"No se puede criticar a la gente por recibir despensas de quién venga, porque en medio de la pandemia hay una gran necesidad, pero si el oportunismo de quienes por un lado los dañan y muestran otra cara" confió el secretario de gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas al aceptar que hubo grupos delictivos que repartieron despensas en varios puntos del estado.
Contactado vía telefónica el encargado de la política interna de Morelos, respondió a las preguntas de El Sol de Cuernavaca sobre todo a raíz de las imágenes y videos que fueron difundidos la semana pasada en la entidad por redes sociales.
Confió que “en primer término te confirmo que sí tenemos elementos que nos llevan a concluir que fueron efectivamente repartidas de esta forma, no juzgamos a las personas cuyo estado de necesidad las llevan a necesitar de este tipo de ayuda”.
Sin embargo, el funcionario estatal aseveró que el gobierno estatal condena de manera enérgica el oportunismo de los criminales que con una mano roban extorsionan, asesinan, secuestran, y con la otra “reparten alimentos enviando un falso mensaje de paz”.
Consideró lamentable que en ese gran esfuerzo del gobierno estatal por alcanzar la paz y tranquilidad los delincuentes aprovechen las crisis para aparentar que cuidan a las comunidades que a su vez tienen sumidas en el miedo y en la violencia.
Hizo énfasis y recordó a la población que no deben dejar pasar por alto ni olvidar que la mano que entrega esta ayuda esta ensangrentada y quienes son los que están atrás de estos supuestos beneficios, es por eso, que subrayó Pablo Ojeda que desde el ejecutivo estatal son condenables estas acciones de entregar despensas con una falsa cara de caridad, pero por parte del gobierno estatal habrán de estar atento de los eventos de este tipo que ocurran en el futuro.
Dijo que por el momento únicamente están enterados de que, en Morelos, fue este el único grupo que se presentó como delictivo que ha llevado a cabo este tipo de acciones y “no ha habido otras entregas que hayamos detectado con estas características”.
El vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, refirió que en el sentido legítimo la iglesia no considera que sea bueno, ya que se debe analizar y revisar de dónde sacaron los recursos para otorgar este tipo de apoyo.