El pasado 1 de noviembre registró poca afluencia de personas, la mayoría acudió para celebrar a sus difuntos y evitar la aglomeración del dos de noviembre en el Panteón De La Paz de Cuernavaca.
Este campo santo registró poca concurrencia, aunque se esperaba que ayer acudieran más a visitar a sus fieles difuntos.
María Carmen Solís manifestó a El Sol de Cuernavaca que, junto con los integrantes de su familia, acuden en estas fechas a visitar a quienes ya no están, visitan la tumbas de sus abuelos, su padre, una hermana y un cuñado.
“Tratamos de visitarlos, y no creemos que, aunque ellos hayan partido nos vayamos a separar, nosotros creemos, mi padre nos lo inculcó” (sic), expresó.
Esta tradición la han heredado de generación en generación, que no olviden a los familiares y seres queridos que ya no están físicamente, y no sólo visitarlos el Día de Muertos.