El Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) reporta que en la entidad existen mil 178 planteles privados, de los cuales 200 son de educación inicial, 353 de educación preescolar, 406 de primaria, 217 de secundaria y 2 normales.
De éstos, 62 se han dado de baja definitiva debido a los efectos colaterales de la Covid-19, que obligó a las clases a distancia desde marzo pasado, es decir, ya 11 meses. En este reporte, el instituto indica que 31 pertenecían al nivel inicial, 12 al preescolar, 17 de primaria y 2 de secundaria.
También han sido clausuradas 36; 12 de nivel inicial, 11 preescolar, 6 primaria y 7 secundaria, estas deberán notificar su reapareces en el ciclo escolar próximo.
Ante este panorama se ha afectado a los docentes de dichas escuelas, quienes reportan que ante la falta de empleos han tenido que aceptar las condiciones de las empresas que sí han podido seguir en operaciones.
Miles de maestros de escuelas privadas han expresado que en esta pandemia la están pasando muy mal, pues además de haber sufrido el recorte de su salario mensual derivado de los problemas económicos que enfrentan sus patrones, también les han negado prestaciones como pago de vacaciones y seguro médico, y a otros los obligan a dar clases a alumnos en sus casas con el fin de no perder más ingresos.
“La estamos pasando mal, mal en todos los sentidos, puesto que sabemos que la carencia del trabajo ahora nos obliga a aceptar lo que nos ofrecen, y en este caso, tengo que venir a trabajar con los pequeños a escondidas del IEBEM, bajo el agua, digamos, y nos tenemos que aguantar porque no encontramos trabajo tan fácil”, dice Lilí, una de las maestras de una escuela privada ubicada en Jiutepec.
Por lo menos dos días por semana acude a la casa de uno de los menores de un grupo no mayor a 10 niños del nivel preescolar.
“Yo compro mis caretas y cubre bocas, y ellos sólo nos dan Sanitizante, y nos dicen: 'vayan a trabajar así y no le quiten la careta a los niños'. El sueldo sí nos han bajado, incluso, creo que los Jóvenes Construyendo el Futuro ganan más que yo, digo, 'porque no estoy en el programa mejor'”.
El sueldo ahora es de 2 mil pesos, cuando antes de la pandemia era de 2 mil 700 mensuales “sin contar el pasaje para ir a las casas, cuando no vengo a la casa voy a la escuela, incluso algunos compañeros reciben a niños en la escuela; hubo una semana que tenía mucha gripa y aún así me hicieron ir con los pequeños, no tengo seguro; vacaciones las descanso, pero sin goce de sueldo”.
Enrique, maestro de una secundaria privada ubicada en Cuernavaca, cuenta que lo más triste de esto es la pérdida de interés por el estudio de los jóvenes, ya que existen días en los que sólo se conectan 2 alumnos, cuando el grupo es de 16.
Aún cuando el plan educativo no se ha cumplido, los alumnos no pueden tener una calificación menor al 6 por lo que a pesar de que no asistan o no entreguen trabajos, no pueden ser reprobados.
“Mensualmente gano 4 mil 600, de esos tomo algo así como mil 200 pesos para pagar servicios como internet, Luz, y material didáctico”.