En los más de cien días del programa de vacunación contra Covid-19 en Morelos, los estudiantes de la facultad de enfermería y medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), han participado de manera activa, entusiasmados, con ganas de aprender, pero no todo ha sido “miel sobre hojuelas” comparten algunos de ellos ya que en este tiempo han recibido de todo.
Desde la típica frase que “el personal de salud conoce cómo vives de mis impuestos, por mi comes”, hasta un “o cómo es posible que vengas caminando así con tanta flojera, para eso te pagan, uno aquí quemados del sol y usted tan tranquila”, es lo que las y los jóvenes de las facultades de ciencias de la salud de la UAEM les ha tocado vivir al poner su “grano de arena” en el Programa Nacional de Vacunación. Trabajan hasta 11 horas de manera voluntaria en las jornadas desde tomando datos personales hasta la temperatura.
Saraí Chávez, estudiante de la Licenciatura de Enfermería realiza su servicio social en el Centro Médico de la UAEM, y como tarea principal es tomar signos vitales a los candidatos a recibir la vacuna en el Campus Chamilpa, y aunque les saluda con amabilidad, no todos le responde con el mismo ánimo.
“La verdad he perdido la cuenta de los días que llevo apoyando desde que comenzó el operativo en personas mayores de 60 años de edad, no sólo en Cuernavaca sino en los diferentes municipios como Tepoztlán, Oaxtepec; estamos aquí desde las 7 de la mañana y no tenemos una hora, en las primeras brigadas estuvimos saliendo a las 8 y media de la noche y pues es hasta que se terminen las vacunas”.
Las y los jóvenes van de un auto en auto tomando signos vitales, temperatura, levantan un breve cuestionario acerca de enfermedades respiratorias o síntomas relacionados a Covid-19; otros que se encuentran en el área de validación se verifica que tengan la edad correspondiente, y otro grupo en el área de observación.
Comentarios como “solo estas tomando la temperatura”, ha recibido, pero lamenta que las personas no se den cuenta de las largas horas que pasan bajo los rayos del sol, correr para alcanzar el auto.
A pesar de que no reciben ningún tipo de apoyo económico a cambio, dice sentirse satisfecha de participar en esta labor “en cuanto se pudo nos vacunaron, se escucha feo pero la verdad es que nos vacunaron con lo que iba sobrando, algunos en Temixco, en Cuernavaca”.
“Participar en esto que es tan importante y que será algo histórico, mis padres ya fueron vacunados y eso me da mucha satisfacción, me quedo con lo bueno porque también hemos tenido gente que nos ofrece desde un agua hasta el desayuno en agradecimiento”.
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