Amacuzac vive una calma extraña. El domingo acudió a votar 61 por ciento de su listado nominal y los ciudadanos decidieron que Alfonso Miranda Gallegos ganara la Presidencia municipal; pero Alfonso no está, vive desde mayo pasado recluido de forma preventiva, ahora en el Centro Federal de Readaptación Social de Durango, por su presunta participación en los delitos de secuestro y delincuencia organizada.
Fue el único candidato que hizo campaña, aun estando ausente, pero existen los volantes y el perifoneo y la ventaja de que ninguno de sus adversarios políticos participó activamente en la contienda. “Pasaba el carrito diciendo que había que votar por Alfonso, y así fue hasta el último día de campaña”, comentaron los residentes del municipio, considerado foco rojo por las actividades de grupos delincuenciales en la zona.
No era el único candidato recluido, también quien buscaba la reelección, Jorge Miranda Abarca, del Revolucionario Institucional (PRI) y sobrino de Alfonso, fue aprehendido el 26 de mayo por la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones sobre la Delincuencia Organizada (Siedo) por su presunta participación en los delitos de homicidio, secuestro y delincuencia organizada. Pero Jorge perdió logrando apenas el 12 por ciento de la votación. Su tío Alfonso obtuvo poco más del 57 por ciento, de acuerdo con los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
El domingo iniciará, si los cómputos concluyen sin mayores incidentes, la entrega de constancias de mayoría para los candidatos electos. Como Alfonso Miranda no ha sido sentenciado, pudo participar en la elección y podrá recoger su constancia de mayoría a través de un propio que deberá identificarse y cumplir con los requisitos legales de personería.
Será así, porque jurídicamente, el plazo para la emisión de la constancia es el 14 de julio; mientras que la audiencia de Alfonso Miranda, en la que según sus seguidores en Amacuzac sería liberado, es un día después, el 15. Mientras tanto, la calma que se respira en el municipio es casi absoluta, la gente hace su vida normal sin sobresaltos, sin entusiasmos, sin festejos porque hubo un candidato ganador, sólo las sábanas de votación que aún permanecen donde estuvieron las 23 casillas electorales del municipio, recuerdan que el domingo fueron las elecciones y ganó un candidato que está en la cárcel.