Este lunes inició el cierre de la línea de matanza de reses en el rastro de Cuernavaca; sin embargo, continúa el diálogo con los introductores de carne que se oponen, informó el secretario de Desarrollo Sutentable y Servicios Públicos del Ayuntamiento, Efraín Mondragón Corrales.
Aunque la mayoría de los introductores aceptan la medida, señaló que están en pláticas con el grupo que se opone, quienes han amagado con acudir este martes a las oficinas del Ayuntamiento a matar las reses.
Mondragón Corrales recordó que la semana pasada, en la primera reunión del año del Consejo Consultivo, se tomó la decisión de cerrar durante dos meses la matanza de reces en el rastro municipal porque aún existen procedimientos abiertos por parte de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (Coprisem) y la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) tras encontrar clembuterol en la carne.
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Por parte del Ayuntamiento se realizó un seguimiento y cumplimiento de medidas, sin embargo, aún está abierto un proceso jurídico contra el director del rastro, y quieren en este tiempo cumplir con algunas observaciones, sobre todo de mantenimiento e infraestructura.
El funcionario comentó han determinado un cierre de dos meses de la línea de matanza de reses, pero puede que sea menos tiempo.
Consideró que había mal información entre el grupo que opone, e inclusive negó que el Ayuntamiento tenga la intención de vender el predio que hoy ocupa el rastro municipal.
Aseguró que se busca invertir para mejorar las condiciones del rastro y evitar que las autoridades sanitarias lo clausuren como ocurrió el año pasado.
Los introductores de carne piden al Ayuntamiento subsane observaciones sin cerrar el rastro, y alegan que la decisión va representar un problema de salud, porque no se sabe en qué condiciones se mató las reses ya que aseguran que no existen más opciones de rastros.
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