Después de una muy positiva temporada de Día de Muertos para los productores de calaveritas y alegrías de amaranto de la comunidad de Huazulco, la Cooperativa Huazulco considera que Morelos tiene un gran potencial para lograr que esta semilla sea uno de sus principales cultivos, expandiéndolo a regiones mucho más adecuadas en la zona de Los Altos.
“Esperamos que el próximo año se abran más canales de venta y distribución. La producción de amaranto es constante y una actividad central para las familias en Temoac, y no solo durante la temporada alta de Día de Muertos”, dijo Jorge Juárez Morales, de Cooperativa Huazulco, quien agregó que en la pasada temporada de Día de Muertos los productores de locales procesaron al menos 16 toneladas, sin tener en cuenta los resultados de las otras cooperativas.
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La relevancia del amaranto como cultivo ha incrementado en años recientes, y regiones como Temoac, que históricamente han visto declinar la producción de la semilla debido a que la resistencia y el rendimiento no es el más óptimo en esta área geográfica, han detenido que adaptarse de la mano de los productores de Puebla y Tlaxcala. Pero Morelos tiene potencial para dominar la producción si ésta se extiende a regiones más frías, próximas al volcán:
"Puede cultivarse en cualquier clima, de temporal, de riego. En el caso de los gobiernos, tienen una posibilidad muy importante para promover el cultivo y, sobre todo, su consumo", dijo.
Con el enfoque económico actual en productos saludables, nutritivos y sustentables, el amaranto tiene una ventaja competitiva para los mercados nacionales e internacionales, particularmente entre la niñez y las mujeres embarazadas, lo que podría convertirlo en un grano básico en la dieta mexicana, como ya lo es el maíz.
Hasta hace algunos años, Morelos producía cerca de 235 hectáreas de amaranto al año, pero esta superficie bajó debido a los altos costos de producción y el bajo precio del producto.
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