El chile puede ser una opción para ser utilizado como analgésico en lugar del fentanilo en los hospitales, opinó el presidente de la Academia de Ciencias de Morelos (AcMor) e investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Sánchez Flores.
Agregó que así como los cannábicos como el CBD, se puede trabajar en productos como la capsaicina, que es un derivado del chile.
“Sí hay compuestos analgésicos, quizá no con la misma potencia, pero justo se puede desarrollar, algunos pueden venir de plantas como la capsaicina que es un compuesto activo del chile, y se puede usar como analgésico, pero antes, se debe modificar para que no tenga el picor”, dijo Sánchez Flores.
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En el Instituto de Biotecnología, establecido en Cuernavaca, se hicieron trabajos de “síntesis químicos”, basados en dichos productos; otra opción, enunció, son los derivados de la marihuana denominados cannabinoides como el CBD. Sánchez Flores dijo que antes este tipo de medicamentos deben ser probados científicamente para que no existan errores a la hora de su aplicación en humanos.
El fentanilo, dijo Sánchez, es un analgésico usado por años por parte de anestesiólogos, y más allá de sustituirlo, las autoridades deben implementar políticas públicas que incrementen la regulación en su comercialización.
“No castigar al medicamento, sino más bien regular más su uso. Es un área de oportunidad para desarrollar nuevos anestésicos, sí, pero digamos, puede suceder en paralelo con el uso de los existentes y con una buena legislación y regulación de los mismos. La solución no es eliminar el fármaco, pero esto puede llegar a regularse como ocurrió con el antibiótico en donde teníamos manga ancha para comprarlo en las farmacias, ahora ya no”.
Tanto el presidente de la República como el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, anticiparon que el fentanilo podría ser sustituido en un intento de evitar que sea la principal droga que se consume en el país, como ocurre en Estados Unidos.
Industria biofarmacéutica
En la realización del Simposium “Producción y regulación de biofármacos”, el especialista dijo que con este se busca vincular a la iniciativa privada con los investigadores, para trabajar de la mano en la regeneración de medicamentos más “amigables” con el organismo humano. Ejemplo de ellos es el suero antialacrán, y la insulina.
“La insulina lo que se hacía era moler páncreas de cerdo, se purificaba y como no eran tan buenos tienen efectos adversos, el sistema inmune reacciona contra ella; ahora lo que se hace es introducir información genética para la proteína de insulina, metes el gen en una bacteria, a la bacteria no le sirve de nada la casa al medio la recuperas y es más fácil de purificar, por eso ahora es más barata”.
También los antivenenos son capaces de neutralizar el veneno de araña, alacrán, víboras; también las vacunas, las hormonas, entre otros ya se usan en el ser humano.
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