El fin de semana estaba tranquilamente en la terraza tomando una bebida refrescante y platicando con mi mejor amiga. De pronto ese día tan soleado y bonito se vio nublado cuando una mosca decidió ir de exploración al interior de mi boca. Ambas salimos ilesas, pero la sensación desagradable de tener a ese bicho tan cerca, es espeluznante. Pero bueno, no he sido la única, seguramente alguien de los que lee esta historia se sintió muy identificado. Están casi en cualquier lugar donde haya humanos, parece de hecho que disfrutan de molestarnos ya sea con su fuerte zumbido al aletear o al pararse sobre nuestro cuerpo.
Moscas les llamamos comúnmente a una familia de bichos (Muscidae) de las que se han descrito casi 9,000 especies en el mundo. Ellas, como muchos insectos pasan por un proceso de metamorfosis que incluye diferentes formas empezando por el huevo, la larva, la pupa y el adulto.
Usualmente las larvas requieren de sustratos ricos en nutrientes, temperatura y humedad para poder desarrollarse y sí, muchas de ellas lo logran en el estiércol, pero también hay otras que incluso crecen en la materia orgánica en descomposición o dentro de la carne incluso viva en las heridas de algunos animales, por ejemplo. Las adultas pueden vivir hasta 2 meses y son extremadamente exitosas al reproducirse ya que producen muchos huevos.
Se han realizado experimentos en condiciones controladas con moscas domésticas donde se ha calculado que un par de moscas pueden ser progenitoras de 191,010,000,000,000,000,000 bebes mosquitas en 4 meses (¿alguien puede leer esa cifra?). De hecho, se piensa que por cada persona que hay en el mundo, existen 17 millones de moscas.
Sé que hasta ahora, he sonado muy antimosca, pero, debo reconocer que muchas especies tienen un papel fundamental en la naturaleza. Las moscas además de ser polinizadoras, hacen mucho del trabajo sucio: ayudan a degradar cadáveres y disminuyen los residuos en descomposición, como en los drenajes. De hecho, gracias a un Jejen (sí también son moscas) tenemos chocolate, pues es el encargado de polinizar el Cacao. Sin embargo, las moscas también pueden dañar cultivos, pueden propagar enfermedades y algunas son de importancia veterinaria por lo mismo.
Aún así, hay que reconocer que el papel de las moscas en realidad es importante, aunque desagradable. Lo único que no me encanta, es su espíritu explorador de bocas humanas.