En el Sector Salud, como en muchas otras áreas, las mujeres representan más del 50 por ciento de la plantilla, de ellas como el caso de María Elena Alcocer Silva, se pueden contar historias de desarrollo profesional y familiar; en sus 20 años de carrera en Enfermería ha logrado ser Responsable del Programa Estatal de Vacunación de los Servicios de Salud, ha habido reclamos por parte de sus hijos que en algún momento pudieron más tiempo con ellos, reconoce, pero la gran satisfacción de “no ver morir a más niños por falta de una vacuna es algo que me llena de orgullo”.
Originaria del municipio de Amacuzac, platica que se desplaza todos los días a Cuernavaca para realizar su jornada laboral que junto a la personal termina más allá de las 23 horas.
María Elena envía un mensaje a las mujeres y dice “no desistir porque se puede ser madre y realizar nuestra profesión”.
Diez años de docente
Itzel Santamaría, es madre de familia y directora del Jardín de Niños “Osa Menor” de la Colonia Atenatitla, en el municipio de Jiutepec, y aunque por ahora ofrece las clases a distancia dice que el cuidar y educar a los pequeños ha sido una gran satisfacción.
Su jornada diaria inicia a las 6 de la mañana para atender a sus propios hijos, después lleva a cabo su labor docente para posterior retomar sus actividades como hacer la comida.
En sus más de 10 años como maestra las historias que puede compartir son bastas, pero con mayor sentimiento recuerda a un alumno de nombre “Jared”, cuya madre padecía de depresión
Me puse a investigar su vida, su situación, sus gustos, sus miedos y así me fui acercando hasta lograr que él se abriera un poco y avanzara en su educación porque anteriormente solía ser agresivo con sus compañeros
Itzel es parte de las incontables historias de vida en las que una mujer combina su quehacer de madre y su amor por su carrera profesional.
