"No señores no soy yo el culpable, búsquense otro tarugo, menos respondon y menos firme porque éste no le seguirá el juego a nadie y no será tapadera de nadie y por ello vienen los ataques", dijo el alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, al referirse a las deficiencias económicas que enfrenta la capital derivado de la deuda de más de mil quinientos millones de pesos heredada por la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
"Recibí una deuda que cómo nunca era insostenible, más de mil quinientos millones de pesos y a eso hay que sumarle los pasivos de Sapac, ahora quieren culparme. Se supone que había dinero, se supone que Morales Barud le había entregado una deuda más saneaday nunca vemos ese recurso aplicado en la ciudad. También soy culpable de traer fuereños a gobernar Cuernavaca, yo no los inventé".
Al ofrecer una rueda de prensa en el edificio Papagayo, el alcalde capitalino se dijo abierto a la Auditoría que pidieron los diputados y la investigación que realiza la Fiscalía Anticorrupción, pues asegura "no me escondo, voy a seguir caminando por las calles de Cuernavaca; bienvenida la auditoria".
"El presupuesto de Cuernavaca son 1,361 millones de pesos, el 57 por ciento se va nómina lo que significan 770 millonesde pesos en Recursos Humanos; el 29 por ciento a gasto corriente, es decir, 390 millones de pesos, nos quedan 200 millones de pesos para obra y servicios, de esos 115 millones de pesos se van al pago de créditos bancarios por las obras heredadas, no es posible tomar el recurso del que hablan".
Instruyó a sus colaboradores a que garanticen la entrega de información para que tanto la Fiscalía como el Congreso y que el objetivo no se entienda con "tintes electorales".
"El enfrentarme a gente mala, dolosa, sin escrúpulos, falta de profesionalismo y ética trajo consigo imputaciones que ocupando artimañas jurídicas interpusieron una denuncia sin fundamento ni bases ni sustento, echando a andar la maquinaria de instituciones que se ven obligadas a realizar su trabajo", expresó Villalobos.
Respecto a la denuncia en su contra en la Fiscalía Anticorrupción lamentó que "personajes a quienes se les otorgó absoluta confianza la hayan traicionado y con total perversidad hagan uso de información confidencial con fines políticos; pena que hayan vendido su conciencia por un puesto, pero que no se olvide, lo que ayer hicieron aquí mañana lo harán allá, primero la información de una administración pública, segundo la protección que brindaron es temporal, pues iniciamos nuevamente con la recopilación de la historia y el pasado de la administración".
Siguió "por ello comprendo la difícil labor del Fiscal Anticorrupción que con sólo una denuncia tiene que emprender la búsqueda de cualquier indicio por pequeño y sin exagerado que se la respuesta a la transparencia exigida por una sociedad. Difiero de las formas, considero innecesaria la intimidación a trabajadores y personal del ayuntamiento".