Con la intención de heredar una administración sana, el alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, aceptó que durante el último semestre del año se prevé otro recorte de personal que no incluirá a trabajadores de base, sino aquel que llegó por plazas de “confianza”.
El edil afirmó que lo que se pretende es "adelgazar" la nómina durante la segunda mitad de 2021 previo a la entrega de la administración municipal. "Estamos viendo las cuestiones de adelgazar mucho más la nómina no en cuestión de base ni sindical, sino en cuestión de confianza, trabajar a marchas forzadas en una entrega-recepción; una cuestión de limpieza en casa al próximo alcalde”.
Una estructura financiera que le permita realizar pagos en diversos de los rubros que se derivan mes con mes, “si él quiera cambiar el organigrama que tenga las condiciones para hacerlo; el porcentaje es muy bajo el personal que saldrá, relativamente ni para tomarse en cuenta”.
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En otro tema el alcalde de Cuernavaca respondió que la firma del Mando Coordinado si tiene cierto nivel de “obligatoriedad” al dejar a los municipios con corporaciones policiacas desarmadas en caso de no adherirse; advirtió que la firma se da cuando legalmente las policías municipales no tienen permiso para portar armas de fuego, siendo la Procuraduría General de Justicia (PGJEM), y la Comisión Estatal de Seguridad (CES), las únicas instancias que lo tienen.
Urgió a que los legisladores escuchen a los presidentes municipales con el fin de cambiar estas normas, de tal manera que tengan la capacidad de la seguridad pública y no depende del gobierno estatal.
“Las condiciones en las que tuvimos que firmar no son las adecuadas, sino firmábamos el Mando Coordinado nos hubiéramos quedado con el Mando Único, y si no nos hubiéramos quedado con la policía sin armas, nos vemos obligados a esto para resguardar a la ciudadanía”.
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