Con un aforo escaso del 25% regresaron ayer a la modalidad presencial las más de mil escuelas públicas y privadas de nivel básico.
Hasta la tarde de ayer, el Instituto de Educación Básica del Estado no tenía con certeza el número de escuelas ni de alumnos que acudieron el primer día del regreso “seguro” a las aulas, pero la poca afluencia fue evidente, incluidos los tres planteles en los que decidieron llevar actos simbólicos del arranque del ciclo escolar.
En este nivel educativo, debido a robos y saqueos que sufrieron más de 600 aulas, y por falta de mantenimiento, no les fue posible recibir a los estudiantes. Tampoco hay fecha exacta de cuándo serán atendidas las deficiencias por las autoridades, por lo que papás intentan hacer las inversiones correspondientes para pronto enviar a su hijos e hijas.
Ejemplo de ello fue la Escuela Secundaria 14 “Prof. José Vizcaíno Pérez”, en la colonia Miraval de Cuernavaca, donde los tres robos sufridos impidieron tener las condiciones para recibir a los alumnos, por lo que continuarán bajo la modalidad a distancia por tiempo ilimitado.
La coordinadora académica Estela Álvarez Báez platicó que “sufrimos de tres robos durante la pandemia en las cuales se llevaron toda la instalación eléctrica de todo el plantel, por consiguiente, no contamos con agua, no tenemos luz y para subir el agua a los tinacos requerimos de la bomba; ya se metieron ante las autoridades las peticiones y estamos esperando respuesta”.
En el turno matutino la escuela alberga a 490 estudiantes y en el vespertino a 250 que no pudieron volver a las aulas, “ahorita estamos atendiendo a padres de familia que quisieron venir a ver cómo está la escuela y que vean que no se les está negando el servicio presencial”.
Así se vivió el primer día
Jaziel, de 8 años, aguarda en la fila junto a sus compañeros de escuela afuera de la primaria “Miguel Hidalgo y Costilla”, en la Carolina. Cuenta que extrañaba a sus compañeros, aunque alguna de ellas ya no volverá por cambio de plantel.
Su madre, Ámbar, espera afuera y dice que tiene confianza en los docentes y en quienes laboran en el plantel de que cumplirán los protocolos sanitarios, pero reconoce que le hizo varias recomendaciones a su hijo como no acercarse mucho a sus compañeros, no compartir sus objetos personales como botellas de agua, el uso de cubrebocas en todo momento; colocó en su mochila gel desinfectante, entre otros insumos propios.
“De la emoción no quiso ni desayunar, pero trae su lunch listo, en mi familia sí tuvimos Covid-19 como dos o tres, fue un año difícil, pero debemos cuidarnos en el camino, en la casa, en la escuela, no confiar al cien, pero no podemos tenerlos en una burbuja de cristal y estar ahí otro año más”.
La señora Berenice, quien llevó a su hija de cuarto grado al plantel, dijo que nadie estaba preparado para tomar clases en línea, por lo que hubo muchas “trabas” pero decidió iniciar en la modalidad presencial aun cuando familiares y amigos perdieron la vida por el virus.
Así fue en los municipios
En Jojutla, la falta de insumos y energía eléctrica impidió el regreso a clases presenciales en la secundaria Benito Juárez y en el jardín de niños Leona Vicario. No obstante, la primaria Juan Jacobo Rousseau, en el centro del municipio, trabajó sin contratiempos.
En Zacatepec, el preescolar Narciso Mendoza estuvo cerrado. Sandra Luz Mendoza, directora de la primaria Revolución Agraria, dijo que tuvieron una asistencia de 103 niños de un total de 739.
Roberto Eugenio Campuzano, director de la escuela Enrique González Aparicio, dijo que los estudiantes ya querían regresar a clases presenciales y se notó en este arranque de ciclo escolar.
En Cuautla, según estimaciones de directivos, entre un 10 y 25% de la matrícula retornó a las aulas.
Marco Mares, director de la Benemérita Escuela Secundaria Antonio Caso, explicó que se habilitaron espacios abiertos para que los alumnos tomaran clases al aire libre y así disminuir riesgos de contagio.
En la primaria 2 de Mayo de 1812 sólo se presentaron 82 estudiantes de un total de 467.
La maestra de Quinto Grado “A”, Isabel Bahena, cuenta que el total de su grupo que integra a 32 alumnos decidieron quedarse en casa, pero decidió asistir al plantel por si alguno llegaba lo cual no ocurrió.
“En ese horario estaban marcado por si llegaba algún presencial darle las clases de 8 a 11 de la mañana y por eso la virtuales se van en el horario posterior; como maestra nunca pensé pasar por todo esto, pero ha sido un año de gran aprendizaje, los extraño demasiado pues mi labor como docente es verlos, saludarlos, que vengan y te cuenten, ayer mi mamá me hizo esto de comer, lo extraño muchísimo”, concluye nostálgica.
Con información de Jessica Arellano