En compañía de un grupo limitado de fieles, la Diócesis de Cuernavaca retoma los ritos del Viernes Santo, luego de que en 2020 al permanecer en alerta Máxima por la pandemia de Covid-19 no llevaran a cabo la representación del Viacrucis.
Morelos se encuentra hoy en color amarillo del semáforo epidemiológico, ello permite que las iglesias puedan abrir sus puertas con un aforo del 50 por ciento y aunque todavía las actividades litúrgicas no serán como antes de la contingencia sanitaria, la jerarquía católica encabezada por el obispo Ramón Castor Castro en Catedral de Cuernavaca lleva a cabo una pequeña procesión al interior del Conjunto Conventual en representación del Viacrucis que refiere los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su prendimiento hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.
El recinto cuenta con aforo limitado para respetar la distancia física entre una persona y otra, y todos deben portar el cubrebocas.
Este año la representación del Viacrucis tuvo un pequeño cambio, los peregrinos en compañía de fieles adultos y hasta niños solo recorren las calles aledañas a la Catedral de Cuernavaca, como calle Hidalgo, Nezahualcóyotl, y maestro Jorge Cázares Campos hasta llegar a avenida Morelos Sur para regresar al Conjunto Conventual de Catedral.
El recorrido por las 15 estaciones está acompañado entre cantos y el aroma del incienso que embriaga a todos los asistentes en el acto litúrgico.
En la última estación el Obispo Ramón Castro Castro dará las siete palabras, las siete últimas frases que Jesús pronunció durante su crucifixión antes de morir.
Ocotepec vive otra Semana Santa atípica
En tanto, en Ocotepec, apenas unas cuantas personas se acercaron a la iglesia para ver una modesta representación que se difundió de forma virtual, a fin de preservar la salud de la comunidad.
Pocos niños, y un recorrido más corto en Lomas de Tzompantle
La representación del viacrucis infantil en Lomas Tzompantle en Cuernavaca, ya no fue lo mismo.
Este año solamente se llevó a cabo una pequeña caminata, con pocos niños.
Acompañadas por un sacerdote, personas de esta colonia que ya tenían la tradición de hacer esta representación de dos kilómetros modificaron la manera en que recuerdan la pasión y crucifixión de Jesús.
Con información de Haidee Galicia e Israel Mariano
Suscríbete a nuestro canal