La tradicional Feria de Tlaltenango en Cuernavaca abrió sus puertas el 1 de septiembre, ofreciendo una variedad de atracciones para familias y parejas que caminaban por la Avenida Emiliano Zapata. En su primer fin de semana, la afluencia fue moderada pero constante, con cerca de 600 puestos disponibles para los visitantes.
Con más de 300 años de historia, la feria está dedicada a la Virgen de la Natividad, también conocida como la Virgen de los Milagros. Desde su inicio, la iglesia de la comunidad ha estado albergando diversas actividades y festividades en honor a la Virgen.
Uno de los puntos destacables de la feria es la promoción de productos artesanales. Según informes, la mayoría de los puestos ofrecían una variedad de artículos hechos a mano, como ollas de barro, molcajetes, tazas de cerámica, juguetes de madera, rebozos y dulces típicos. Además, la feria presentó menos productos extranjeros o imitaciones este año, a favor de bienes locales como frutas de temporada.
Para lidiar con el tráfico en la ocupada Avenida Emiliano Zapata, que conecta el centro de Cuernavaca con el norte, se implementaron medidas de control de tráfico, incluyendo la presencia de al menos cuatro oficiales de vialidad.
Entre los comerciantes estaba Elvira, quien habló con El Sol de Cuernavaca sobre su vida vendiendo productos de barro, y Javier Hurtado, un vendedor de caña de Zacatepec en Morelos, quien dijo que era su primera vez en la feria.
Con una zona de comida, juegos y venta de productos, la Feria de Tlaltenango promete ser un lugar ideal para pasar un fin de semana en familia. Estará abierta hasta el 10 de septiembre.