En los últimos días, los habitantes de Cuernavaca sufrieron los estragos de las altas temperaturas que se registraron, llegando hasta los 40 grados.

Muchas familias salen de sus casas para disfrutar del día en el Centro Histórico de Cuernavaca, pese al calor que se registra, que se mantiene entre los 33 y 36 grados desde el mediodía a la tarde.

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Niños, jóvenes y adultos de todas las edades recorren las calles del primer cuadro de la ciudad, mientras cargan botellas de agua, refrescos y sueros líquidos, así como helados y los tradicionales raspados, para mitigar el calor.

"Vamos saliendo de unas clases, pasamos por el Zócalo y decidimos comprarnos un raspado porque el calor realmente está muy fuerte, y necesitamos tomar algo refrescante", expresaron Diana y Marlene, estudiantes que recorren el Centro mientras disfrutan de un raspado.

Uno de los lugares más concurridos durante estos días, son los negocios de jugos y bebidas ubicados en el Kiosko del Zócalo de Cuernavaca; así como las heladerías de la zona, pues la mayoría de las personas busca una buena opción para refrescarse mientras camina por el lugar, realizan algunas compras o simplemente se sientan en alguna de las bancas del Zócalo buscando la sombra de los árboles, para hacer frente al calor.

Los vendedores ambulantes de paletas helados y bolis de una popular marca, son los más solicitados en estos días. Por supuesto, también se puede ver a muchas de las personas protegiéndose del sol con gorras, sombreros, sombrillas y lentes para sol. Y dentro de los restaurantes, las bebidas más solicitadas están aquellas que son heladas u estilo frappé principalmente.

La situación también afecta a los comerciantes y vendedores ubicados en la zona, quienes continúan colocando sombrillas sobre sus puestos y carritos, ya que no tienen alguna otra opción. Además, de que tratan de mantenerse hidratados tomando agua u otra bebida refrescante mientras trabajan.

"Debido a lo fuerte que está en calor, sacamos el puesto, pero prácticamente tapamos todo con cartones y lonas, y sólo vamos sacando lo que la gente pide, porque si no les da el sol directamente y puede afectar el producto. Además, como el sol pega de frente, tenemos que colocar algunas sábanas y cortinas para mantenernos un poco protegidas, también los árboles qué están aquí nos ayudan", detalló María Sánchez, quien tiene su negocio de dulces y frituras, así como artículos para el hogar en una conocida colonia de la ciudad.

Asimismo, dijo que pese al calor no es posible modificar la dinámica trabajo en cuestión de horarios, ya que las personas ya conocen su horario durante el fin de semana, y desde las 11:00 a las 22:00 horas, atienden a la clientela. Sin embargo, los lunes, se ubican ahí desde las 07:00 horas ya que precisamente coincide con la instalación del mercado sobre ruedas de la colonia.

Es así como las personas realizan diversas acciones para mantenerse hidratados y mitigar el calor por las altas temperaturas.