Siguen suspendidas las fiestas infantiles y familiares, lo que mantiene por más de un año sin trabajo a los payasitos, quienes salen a trabajar a las calles, en los semáforos en busca del apoyo ciudadano para sobrevivir.
Tras la maquillada sonrisa y los expresivos rostros de los de los payasos hay mujeres, hombres y niños que buscan sobrevivir en medio de la crisis de desempleo que padecen desde hace más de un año que el gobierno federal decreto suspender las fiestas infantiles, las actividades en los salones y eventos populares.
Y uno de tantos sectores que afectó la medida, fue la agenda de los payasos, a quienes las primeras semanas fue de cancelar y suspender, incluso de devolver anticipos, “nos dejaron sin trabajo y endeudados”, nos dice uno de los payasitos que acompañada de una mujer adulta mayor, un niño y otro joven nos revela que han tenido que salir todos para hacer un breve espectáculo, con globos o con pelotas.
“Estamos trabajando en semáforo, porque es lo único que nos dejó la pandemia” y aunque no les va muy bien, ya que hay días que hay y hay días que no hay pero buscamos para el alimento. Dijo la reconocer que son tres hermanos, pero son más de 10 familias de payasos.
Pero los payasitos también se han enfermado de Covid-19, por fortuna “Chepino" ya salió del hospital y se recupera en casa, dijo al dar a conocer que al frente de la colecta de apoyo estuvieron los payasitos, “clarín clarinete” y “patas verdes” dijo al reconocer que estuvo varios días en el hospital y es a lo que se exponen con el trabajo en la calle.
Pero los demás también tienen que salir a trabajar a las calles, para sostener a sus familias, especialmente a los niños, que están creciendo y no se pueden quedar sin comer hasta que se reanuden las actividades, ya que la recuperación llevara tiempo.
Ellos mismos se maquillan de acuerdo al personaje que mejor le ha simpatizado a la gente o les ha traído más suerte, nos dice al advertir que tienen que cuidar sus trajes, pelucas, para que las gente los identifique, dice al reconocer que hay gente muy noble que les regala incluso productos de la canasta básica, y hay personas que simplemente les regalan un aplausos.