Cuatro familias de la Unidad Habitacional “El Higuerón”, de la cabecera municipal de Jojutla, continúan viviendo en casas de campaña, ya que no hay fecha de inicio para la reconstrucción de sus viviendas y no tienen lugar en donde quedarse.
A días de que se cumpla un año del sismo del 19S, y 33 años del terremoto del 85, cuatro familias del referido conjunto habitacional aún habitan en las casas de campaña otorgadas por el Gobierno de China.
Tres de esas familias se ubican en un rincón del estacionamiento, la otra está bajo la cancha techada; además, hay más casas de campaña en predios donde las viviendas ya fueron demolidas, en ellas solamente hay algunas cosas o materiales recuperados de las devastadas viviendas.
La señora Dolores Petra Domínguez Cuevas, su esposo y sus dos hijos, uno de ellos un bebé de un año, ocupan una de las tiendas de campaña que están en el estacionamiento.
“Soy ama de casa y mi esposo trabaja de albañil o de lo que caiga, porque él estaba trabajando en un bachillerato en Puebla y con lo del terremoto ya no se pudo regresar y perdió el trabajo”, refirió la vecina de El Higuerón a El Sol de Cuernavaca.
La mujer muestra su hogar temporal, en donde se encarga de que haya orden y limpieza. La entrevistada explicó que ella duerme junto con su bebé sobre una colchoneta y nos indica el espacio en el que son evidentes unos adoquines levantados. Dijo que esperan que la Fundación de Carlos Slim y el Grupo Carso les ayuden para la construcción de su vivienda, pues indicó que ellos (los afectados) firmaron y entregaron sus tarjetas por 120 mil pesos.
Hace un mes y medio fueron a medirle su terreno, pero hasta el momento no comienzan los trabajos, ya que alegan que no hay material o que tiene que llegar más personal y que tienen que esperar a que salga en la lista. En tanto, crece la incertidumbre y la desolación.
“Tenemos rumores de que Grupo Carso se va a ir de Jojutla y nos sabemos si nos van a construir o no”, advirtió la Dolores, quien mencionó que se ha suscitado una serie de problemas de salud a causa de las inclemencias del tiempo. También, precisó que se han roto las lonas que servían para protegerlos. Añadió que no pudo sacar sus muebles, porque su puerta quedó enterrada; para cuando lograron abrirla, refirió, “le cayó una teja a mi esposo y se lastimó".
Mencionó: “En campañas venían y prometían, nosotros pedíamos una lona porque ya ésta rota (la que tienen) y prometieron una, pero ya no regresaron”. Manifestó que desde diciembre ya no han recibido ningún tipo de ayuda; “tengo una amiga que viene desde México y es la única que me ayuda”, apuntó.
Compartió que se han enfermado, pues hay mucha humedad. A unos metros del sitio pasa una red de cables de las casas que fueron demolidas, lo cual provoca temor a las familias que aún viven en las vividas temporales, ya que indican que podría registrarse otro incendio, como el ocurrido en una vivienda reconstruida, en donde solamente hubo daños materiales.