En las primeras horas del 1 de enero de 2022, el Ayuntamiento de Cuernavaca buscará una reconciliación entre ciudadanía y gobierno, una en la que ambos pongan su parte y sea una ciudadanía más proactiva, comparte Luis Anguiano, activista y suplente del presidente municipal electo Luis Uirióstegui Salgado, al encabezar la jornada de limpieza en la Barranca del Pilancón, la cual se busca recuperar como un espacio público seguro.
La 45 jornada comunitaria de pobladores del municipio de Cuernavaca se llevó a cabo en la Barranca del Pilancón, ubicada en pleno corazón de la ciudad sobre avenida Vicente Guerrero, ahí se reunieron poco antes de las 10 de la mañana para cortar la hierba de la zona, recoger la basura y limpiar al ojo de agua que alberga, a pesar de la contaminación, algunas especies de peces.
“Es la 45 jornada comunitaria, y hoy a petición del grupo de amigos de Cuidar y Rescatar El Pilancón, nos hicieron un llamado y aquí estamos presentes, la idea es apoyar con el grupo de gente con la que hemos venido trabajando desde hace 3 o 4 años y ayudarlos, darles una manita porque no está fácil”.
Una vez que ha concluido el proceso electoral el trabajo comunitario sigue, puntualizó, ya que no se dejarán de realizar desde reforestaciones, limpia de barrancas “aquí son 7 ojos de agua, llegan a un margen y se está generando agua para Cuernavaca, lo más importante aquí es que se está trabajando en proyectos en materia de deporte, para que las familias puedan disfrutar de este espacio, y también para disfrutar la naturaleza que se está perdiendo”.
La participación ciudadana evitará que la administración municipal quede rebasada, advirtió, por ello es que se debe terminar con la pasividad y dar paso a una nueva forma de alianza entre sociedad y gobierno.
“Hace seis meses limpiamos la Barranca de Lomas de Ahuatlán y con tristeza te digo que hace un mes la ciudadanía tiró basura en todo el margen, hay que recordar que las barrancas son primordiales, son nuestros pulmones, contamos con 176 barrancas que cruzan Cuernavaca, ayudemos a conservarlas”.
El reconocimiento y un “rico desayuno en la mañana, nos echamos un pancito, un desayuno con José Luis como se acostumbra”, son las únicas recompensas que el grupo de ciudadanos recibe en cada jornada comunitaria, confiesa, por lo que todos quienes participen hacen su parte de acuerdo a lo que saben y quieren hacer”.