En Tlaltizapán permanecen mudas y sordas las autoridades municipales a la demanda de más de 25 trabajadores despedidos del Ayuntamiento, manifestaron ante la fallida manifestación que hicieron en demanda de que el presidente municipal, Alfredo Domínguez Mandujano “Cuanany” como el mismo se llama, les diera una explicación por que el abrupto despido, y el rechazo a liquidarlos.
Cuando la tarde de ayer decidieron tomar el ayuntamiento, luego de que les dijeron que no había liquidación pero podrían demandar al Ayuntamiento para salvaguardar sus derechos, y aunque esperaron que tuviera un poco de sensibilidad humana el alcalde y arribara “no llegó nadie, ni a escucharlos ni a atenderlos”, citó Andrea Baena Gálvez, una de los cinco elementos de vialidad que fueron despedidos.
Confirma que la lista de despidos sigue creciendo, ya que además de varios sindicalizados, están despidiendo en otras áreas, a todos los que no se sumaron a su campaña electoral, y para quienes esto es una venganza del alcalde que sigue enojado porque no gano la reelección, fue engañado por la gente que lo rodea, al personal, no nos tomó en cuenta y lo apoyamos cuando hacía sus jaripeos o pedía apoyo de tránsito para la vialidad en sus mítines de campaña.
Rechaza que se trate de un recorte de personal de seguridad ya que en fechas recientes contrató a 30 personas para seguridad pública y vialidad “que tampoco tienen formación académica policiaca” son civiles uniformados de policías.
Para Bahena Gálvez, no les queda más que demandar, ante la cerrazón del alcalde, quien se negó a atenderlos cuan do dijo que su gobierno seria de puertas abiertas, no les ha dado la cara y no van a insistir, será a través de las autoridades laborales que hagan valer su derecho a una liquidación justa.
La misma tarde de lunes decidieron liberar la entrada del Ayuntamiento y acordaron hacer la demanda por despido injustificado, lo mismo harán los empleados municipales, a quienes además durante un año de la pandemia les recortaron el sueldo, por lo que varios están dispuestos a revelar una serie de irregularidades administrativas que rayan en actos de corrupción.
Los trabajadores reconocen que ellos fueron despedidos injustamente, pero al “Cuanany” la gente lo rechazó en las urnas, el alcalde Alfredo Domínguez Mandujano, no trabajo bien, su administración estuvo plagada de vicios ocultos, el primer Carnaval fue una enorme cantina, venta de cervezas por donde quiera, igual que los convites. Más que en inversión en obras y pavimentaciones fue un gobierno que le invirtió más a los jaripeos, a los bailes y las pocas actividades deportivas cerraban con sus tradicionales borracheras.
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