Con base en los reportes dados a conocer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en octubre de 2020, la pandemia de Covid-19 ha perturbado o paralizado los servicios de salud mental esenciales en 93 de los países del mundo, en tanto que aumenta la demanda de atención de salud mental y México no es la excepción.
El estudio, que abarca 130 países, aporta los primeros datos mundiales acerca de los efectos devastadores de la Covid-19 sobre el acceso a los servicios de salud mental y pone de relieve la necesidad urgente de incrementar la atención.
LEE: Repunte de Covid-19 amenaza a la entidad
Es este diagnóstico el que se ha usado como ‘base’ para que a partir de ahora, en la legislación de Morelos, la secretaría de Salud dispongan de lo necesario para que se establezcan programas permanentes especiales de atención en salud mental, de acuerdo con la norma oficial en la materia, entre los que se encuentran depresión, epilepsia, esquizofrenia, demencias y trastornos asociados, psicopatología infantil y de la adolescencia, trastorno por déficit de atención, enfermedad de Parkinson y atención psicológica en casos de desastres, emergencias, contingencias y en condiciones de aislamiento o distanciamiento social, consecuencias de la Covid-19.
La Secretaría de Salud, con base en la reciente reforma y adiciones de la Ley de Salud del Estado, deberá crear, elaborar, implementar y aplicar mecanismos, protocolos, campañas y programas especializados para la prestación de servicios en materia de salud mental y atención psicológica a las personas afectadas por situaciones críticas, desastres naturales, emergencias, contingencias y por condiciones de aislamiento o distanciamiento social.
Para ello, se deberá procurar su promoción y difusión utilizando las tecnologías de la información y demás medios de difusión masiva, con el objeto de reducir los niveles de estrés, ansiedad, depresión y los diversos tipos de trastornos mentales o cualquier otra condición psicológica negativa que se origine como consecuencia de dichas situaciones críticas, desastres o emergencias, y demás acciones que contribuyan a la promoción y fomento de la salud mental de la población.
Sin embargo, este proceso no será inmediato, pues en un plazo de 90 días hábiles, la Secretaría de Salud del Poder Ejecutivo Estatal deberá emitir los protocolos, el Programa de Salud Mental y los demás programas respectivos que considere pertinentes, en materia de salud mental, así como expedir o actualizar los reglamentos que sean necesarios.
Estudios de las ciencias de la conducta humana, la psicológica y de salud pública demuestran que el aislamiento social tiene consecuencias perjudiciales para el bienestar, con efectos comparables a otros factores de riesgo conocidos como el tabaquismo; y la soledad también está asociada con el aumento del riesgo de problemas de salud mental, incluida la depresión y la ansiedad, por lo cual es necesario que la Ley de Salud Mental del Estado de Morelos establezca que, en casos como los que estamos viviendo a nivel mundial, se actúe a fin de prevenir complicaciones en la salud mental de los morelenses, integrando estos supuestos en la capacitación en materia de prevención y otorgándole la prioridad necesaria.
Es así que los servicios de salud mental son fundamentales en nuestra respuesta a la pandemia generada por el Covid-19 y deben de considerarse para nuestro proceso de reconstrucción, no minimizando su relevante importancia y el impacto que dichos servicios ejercen en la sociedad. Y es que la actual pandemia nos recuerda, como nunca antes, que la salud mental es fundamental para el bienestar de las personas, debido a que nos afecta en la manera de pensar, sentir y actuar en nuestra vida cotidiana.
Suscríbete a nuestro canal