Morelos cuenta con un Atlas de Riesgos y Peligros que le permite identificar los distintos riesgos asociados a peligros naturales, con el fin de implementar medidas para reducir la vulnerabilidad y/o mitigar dichas amenazas.
Elaborado por la Coordinación Estatal de Protección Civil Morelos (CEPCM), el Atlas identifica las zonas de susceptibilidad por sismo, aceleramiento sísmico, laderas inestables, sistemas expuestos y su componente de derrumbes, inundaciones pluviales e incendios forestales, así como vulnerabilidad social y física.
El documento se entregó de manera física y electrónica a los 33 municipios del estado, quienes ahora cuentan con un instrumento para la toma responsable de decisiones y establecimiento de políticas públicas en materia de desarrollo urbano, prevención de riesgos y protección civil.
Durante la presente administración estatal, también se creó la Ley Estatal de Protección Civil, como un marco jurídico moderno, por medio del cual se generan las condiciones indispensables para salvaguardar la integridad de los ciudadanos, sus bienes y su entorno.
Esa nueva ley delimita las competencias entre el estado y el municipio por grado de riesgo; asimismo regula y adiciona la obligación de incorporar sistemas de alerta temprana, en caso de desastre se establece la facultad de la Coordinación para emitir normas emergentes o complementarias.
Ante los eventos sísmicos de septiembre de 2017, la Ley Estatal de Protección Civil establece un incremento de tres a seis el número de simulacros anuales, de los cuales necesariamente deberán realizarse por lo menos dos de sismo.
Derivado del sismo del 19 de septiembre de 2017, Morelos, se convirtió en la segunda entidad del país en formar parte de la campaña mundial “Desarrollando Ciudades Resilientes” que lleva a cabo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuyo propósito es tener ciudades seguras y mejor preparadas para afrontar los desastres.
En tal sentido, Morelos cuenta con una nueva norma técnica para la construcción y reconstrucción de viviendas, con la finalidad de tener construcciones más seguras, confiables y resilientes.
