La jornada de vacunación es una de las experiencias que han marcado a Yesenia Sotelo, de 30 años, quien desde hace dos años funge como Servidora de la Nación. Desde febrero, junto a sus 49 compañeros, ha tenido larga horas de trabajo; ha recorrido de norte a sur el estado de Morelos. Con la garganta seca y la voz ronca de tanto hablarles a los adultos mayores que llegan a las filas de la Secretaría del Bienestar que encabeza Raúl Anaya Rojas, se toma un breve descanso para atener la entrevista realizada por El Sol de Cuernavaca.

“Es algo inigualable, algo que no se volverá a vivir. El trabajo nos aumentó no solo un cien por ciento, sino un trescientos por ciento, porque hemos estado con la jornada de vacunación comenzando nuestro día desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche y todavía hacer un corte; el trabajo ha aumentado, pero es gratificante ver a las personas que estas ayudando”, cuenta Yesenia, quien forma parte de los rostros dentro del plan de vacunación contra Covid-19.

En el municipio de Cuernavaca el Programa Nacional de Vacunación comenzó desde enero con el personal de salud, siendo asignada en uno de los hospitales con la mayor carga de personal como es el Hospital Regional del IMSS.

Las críticas son muchas, acepta, incluso aquellas que los señalan del porqué si son jóvenes y no están laboran en hospitales con pacientes Covid fueron vacunados, pero con paciencia responde que “el único objetivo es para protegernos y protegerlos también a ellos, porque si un compañero de 20 años viene y es asintomático y está ayudándonos pude contagiar a los adultos mayores, entonces para poder apoyar debemos tener esa protección”.

Ninguna logística será efectiva si las personas no atienden los llamados, y esto se ha visto en cada uno de los puestos instalados en donde la población se aglomera y eso conlleva tener más horas en el sol esperando por una vacuna.

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