El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, anunció que se están realizando las investigaciones para determinar si fue un mando superior de la Secretaría de Seguridad quien dio la orden de detener a un grupo de manifestantes el pasado jueves 14 de abril.
No fue la titular de la dependencia de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), Alicia Vázquez Luna, quien diera la orden, aseguró el alcalde, por lo que en las investigaciones ya iniciadas se sabrá si los elementos actuaron por cuenta propia o recibieron una orden.
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El pasado jueves 14 de abril, un grupo de hombres y mujeres se manifestaron en la glorieta de la Paloma de la Paz, en donde hicieron pintas, por lo que fueron detenidos por algunas horas y luego puestos en libertad.
“Alicia Vázquez Luna fue quien ordenó la liberación de las personas que fueron retenidas y eso da una muestra clara de que revisó lo ocurrido y decidió que no se actuara en contra, porque era una manifestación en favor del bien superior”, dijo el alcalde.
Todos los elementos policiacos están plenamente identificados, por lo que dijo, se aplicarán las sanciones correspondientes.
Descartó que la titularidad de la secretaría vaya a cambiar por estos hechos, dejando en claro que Vázquez Luna continuará al frente.
Y es que el edil capitalino fue interceptado por mujeres feministas en la entrada del edificio Papagayo, en donde las escuchó, ahí le pidieron la salida de la funcionaria, lo que descartó.
En el documento recibido por las activistas, dijo el edil, acusan abuso de autoridad y agresiones.
Urióstegui Salgado adelantó que sostendrá una reunión con la mamá de la menor Nikté a fin de que se pueda entablar una mesa de trabajo para ofrecerle apoyo; la menor, a decir de su madre, fue sustraída por su padre.
Mujeres se manifiestan en el Ayuntamiento
Este lunes 18 de abril, un grupo de mujeres protestaron en el Ayuntamiento capitalino. Con todo y “batucada” por la calle Nezahualcóyotl, hicieron cinco peticiones para resarcir lo que consideraron como un atentado a la libertad de manifestación en la ciudad.
Como punto número uno solicitaron una disculpa pública de las autoridades municipales.
“Dos, exigimos la renuncia de Alicia Vázquez Luna, secretaria de la SEPRAC, porque las mujeres de Cuernavaca no estamos seguras con una persona que revictimiza y que tiene como prioridad la imagen pública y no la vida de las mujeres”, manifestaron en un posicionamiento.
Como tercera solicitud está investigar y separar de sus cargos a los policías que realizaron una detención arbitraria con rasgos de desaparición forzada, pues no fueron llevadas de inmediato al juzgado cívico, les quitaron sus teléfonos, las llevaron a varios puntos y quedaron incomunicadas.
“Cuatro, que exista una formación en derechos humanos y perspectiva de género a todas las autoridades del Ayuntamiento de Cuernavaca. Cinco, garantizar el protocolo de actuación en materia de detenciones con apego a los más altos estándares en derechos humanos”, dijo Mar Ramirez, una de las manifestantes.
Por último, exigieron la aparición inmediata de la niña Nikté y castigo a las omisiones y violencias institucionales en el caso, aunque este punto tiene que ver más con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para que gire la orden de detención del sustractor, Orlando “N”, padre de la menor.
Como se recordará ese día, las activistas acompañaron a Meztli Granados, madre de la infante, a realizar una protesta en la avenida Heroico Colegio Militar en la Paloma de la Paz para denunciar dilación en la entrega de la menor y durante la actividad realizaron pintas en la glorieta.
Sin embargo, el propio alcalde de Cuernavaca salió personalmente a atenderlas y les propuso una reunión de trabajo a las 16:00 horas de este lunes 18 de abril para tratar todos los puntos que competen al Ayuntamiento capitalino y así se concretó.
¿Por qué pintaron la Paloma de la Paz?
Ellas afirmaron que ”la Paloma de la Paz está vacía de significado mientras las mujeres en este estado siguen siendo asesinadas y desaparecidas, este acto de iconoclasia, entendiéndolo como la deliberada destrucción de un símbolo, es un acto legítimo que no debiera ser criminalizado por encima de los derechos humanos de las mujeres”, aseguraron en el mismo posicionamiento.
Así que para ellas, esa escultura “es un lienzo para nuestra voz y lucha”. Además agregaron que en la manifestación solamente “atentaron” contra un pedazo de pared o pintura y no contra la vida de alguien, como sí lo ha hecho el machismo y la violencia vicaria.
Con información de Javier Omaña
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