En los ochenta y noventa, el Boulevard Benito Juárez era el paseo obligado de los cuernavaquenses en sus fines de semana, la amplitud de la vía con su camellón arbolado, la cantidad de negocios y la percepción de una ciudad segura permitían caminar en paseillos familiares. Hoy, atravesar los 2.6 kilómetros de la avenida es un enorme riesgo de sufrir accidentes o asaltos.
No se puede hablar de Cuernavaca sin hablar de su clima, la calidez de su gente, su amplia gastronomía y, por supuesto, de su centro que alberga grandes historias. Particularmente, hablaremos del bulevar Benito Juárez, llamado así en honor al expresidente de México.
Esta avenida albergó, en los inicios de Cuernavaca, huertos, pues la barranca que cruzaba proporcionaba un clima ideal. Sin embargo, hoy parece estar sumida en el abandono, hay pocos comercios en ella e incluso lugares olvidados como el gran Cine Las Palmas.
El cronista Valentín López González, narra que en 1943 el bulevar Benito Juárez, que conecta la avenida Morelos sur con el centro de Cuernavaca, era una barranca, había guayabos, ciruelos sembradíos de calabaza y maíz, pero la mancha urbana y la recurrente llegada de turistas la terminó convirtiendo en una de las vialidades más transitadas.
López González recuerda que la calle que bajaba del jardín Pacheco, frente a Palacio de Cortés, antes era un callejón muy emblemático llamado Callejón Comora, ¿no lo ubicas?; tal vez lo puedas recordar como la arena Fray Nano, ya si de plano no te suena, ¿qué tal la Arena Isabel? Sí, justo donde ahora se ubica la franquicia de un gimnasio. Este lugar operó por primera vez en 1953, fue el primer recinto luchístico en la entidad y fue ahí donde el Santo, el enmascarado de plata, ganó el campeonato mundial Welter a Black Shadow. El lugar dejó de operar en 2009.
Frente a esta arena se encontraba una elegante propiedad que pertenecía al norteamericano Frederick Walker, la cual perdió cuando el entonces gobernador Jesús Castillo López (1942-1946) decidió expropiarla, sin embargo el ciudadano extranjero se amparó, pero finalmente se le indemnizó por la cantidad de 16 mil 500 pesos.
Uno de los primeros negocios que albergó este bulevar fue el hotel Hernán Cortés, ubicado donde actualmente opera la clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); su mejor época fue en la década de los 50, después quebró y la propiedad pasó a manos del gobierno federal. Ya ubicados en este punto, si caminamos unos cuantos metros podremos observar un terreno que durante la época de lluvias se convierte en un verdadero pantano.
Es justo en esa esquina que se puede observar la glorieta donde fue colocada la estatua del Benemérito de las Américas, justo frente a esa glorieta se encontraba el restaurante Play Soleil, hasta donde acudían grandes personalidades del mundo del rock. Al interior, bailarinas dentro de jaulas amenizaban el ambiente. Un asesinato al interior del lugar provocó que el establecimiento cerrara sus puertas definitivamente.
La mejor prueba de que esta calle era muy famosa es que aquí se establecieron muchos negocios y empresas que tuvieron gran éxito. Con el paso de los años, la inseguridad y la falta de atención por parte de autoridades provocó que cerraran sus puertas.
Pero de los pocos y tradicionales negocios que aún operan está la zapatería Tláloc, que, durante más de tres décadas, continúa abriendo sus cortinas para ofrecer calzado y ropa típica. A unos cuantos pasos están los Helados Virginia, famosos por sus nieves de elote y aguacate.
Sin embargo, ahora las calles están desiertas, poca gente camina por el lugar, ya que si bien hay algunos negocios, como estacionamientos, gimnasios, villares son pocos restaurantes los que operan, incluso existen tramos en los que solo hay cortinas cerradas y el andar se vuelve inseguro.
Si continuamos el camino metros más adelante de la glorieta, entre las propiedades abandonadas encontraremos el inmueble que albergaba al Consejo Ciudadano de Seguridad en Morelos.
Caminar hoy por bulevar Juárez es todo un reto ante la poca iluminación y el mal estado en el que se encuentran sus calles y banquetas; las raíces de algunos árboles lograron levantar el concreto, por lo que se debe estar alerta para no tropezar.
"Tiene que pavimentarse adecuadamente, es una artería muy bonita que puede volver a resurgir, se tiene que recuperar”, recalcó el cronista López González.
Valentín López recuerda lo feliz que fue vivir ahí durante muchos años y de inmediato viene a su mente el delicioso olor a pan recién horneado de su panadería favorita: La Espiga, que funcionó durante más de una década a la altura de la glorieta de El Niño Artillero. Frente a este lugar estaba El Sardinero y a unos metros el Gran Cine Las Palmas que contaba con una sala llamada Gloria en honor a la esposa del gobernador Armando León Bejarano (1976-1982). Aquí se presentaron artistas como Alberto Cortés y Facundo Cabral en la década de los 80. Hoy, este emblemático edificio se encuentra en el olvido.
“Si me da nostalgia porque nos agarraba cerca ir al cine, en ese tiempo era barato, todo era barato, ahora ya solo está el edificio”, recuerda don Daniel, quien tiene un puesto de frutas a unos metros de lo que era el cine.
Benito Juárez
Pero hablemos de lo que le da nombre a este bulevar. Casi a la altura de la clínica 20 del IMSS se encuentra una estatua del Benemérito de las Américas que fue colocada en 1979; cada 21 de marzo, autoridades educativas rinden un homenaje al expresidente.
Hace unos días, la estatua fue vandalizada; sujetos desconocidos le pintaron una tanga color verde. Nadie se percató ante la nula vigilancia y el pésimo servicio de alumbrado público. Horas más tarde, el Ayuntamiento de Cuernavaca se encargó de realizar las labores de limpieza.
➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!
Únete a nuestro canal de YouTube
➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter
➡️ Checa los temas de la edición impresa ¡SEMANAL!