"Para la calor una buena nieve de limón", cuenta una frase popular mexicana. Sin embargo, ante el aislamiento social en que nos encontramos, no todas las personas han tenido la oportunidad de pasar por una de las tradicionales nieves de Alpuyeca, pero seguramente la mayoría las hemos probado.
La situación actual ha hecho que las ventas disminuyan para quienes se dedican al comercio, lo que no es ajeno para don Domitilo Ménez, quien desde hace más de cuatro décadas se dedica a la elaboración de este delicioso producto. Inició gracias a su entonces novia, pues para poder verla debía acudir diario a su negocio. Ya cuando se casaron participó de lleno en la elaboración de nieves.
Vine a comprarle nieve y me quedé pagándola (sonríe), aqui era su negocio Nieves Reyna y ya luego le ayudé a trabajarlo, recuerda Domitilo.
Originarios del poblado de Alpuyeca, el tiempo ha transcurrido por ellos en 45 años, siempre con la misma técnica artesanal con la que iniciaron.
El hielo y la sal que colocamos en el barril de madera hacen la función del gas en el congelador del refrigerador; vaciamos el líquido de la fruta en el recipiente de acero inoxidable y lo giramos por unos 40 minutos hasta que el líquido se congele.
Explica a detalle, en tanto no deja de mover y mover el recipiente; en algunos casos el tiempo es de una hora con veinte minutos dependiendo la cantidad del líquido que se le vierta, el cual se despega y está listo para degustarse.
Tras el cierre de balnearios y el distanciamiento social Domitilo ha visto una caída en ventas de cerca del 60 por ciento, pese a ser temporada de calor.
Estamos elaboramos menos nieve porque si no se nos queda; si guardamos la cuarentena qué comemos cada persona que ve aquí trabajando es un jefe o jefa de familia.
Los cuenta uno en uno hasta llegar a ocho, quienes dependen de la venta de nieves, entre los que elaboran la nieve y la ofrece hasta llevarla al automóvil.
Viene gente de Ciudad de México, de Hidalgo, de muchos lugares, tenemos clientes que venían con sus padres desde pequeños y ahora vienen con sus hijos y nietos.
El horario es de 09:15 a 19:00 horas. Ofrece 11 variedades en este crucero.
Las nieves de coco, queso y beso de ángel son algunas de las que más compran.
La elaboración lleva alrededor de 40 minutos mientras baten la fruta en un recipiente de acero inoxidable, que a su vez mueven circularmente en un barril de madera en cuyo exterior depositan hielo y sal que hace la consistencia.