La señora Blanca levantó muy temprano a sus hijos, aunque no fueron a la escuela porque era puente, había una actividad que no podía ser postergada. En el Zócalo de Cuernavaca dieron varias vueltas, pero encontraron la casilla de la Consulta Infantil y Juvenil frente al teatro Ocampo.
La casilla en el pasillo del teatro Morelos era austera, sólo varias sillas estaban arrumbadas porque las mesas llegaron tarde. Aun así, Blanca animó a sus hijos a contestar la consulta que tiene entre 18 y 20 preguntas y se divide en tres segmentos: de seis a 9 años, de 10 a 13 años y de 14 a 17 años, por lo que para cada rango de edad se ocupaba una casilla.
Andrés y Juan son dos hermanos vendedores ambulantes, Andrés lleva la responsabilidad de la venta de pulseras y es dos años más grande que Juan, quien lleva los chocolates en una bolsa grande de plástico.
Pasaban por allí, y sin saber en qué consiste la consulta, con cierto interés preguntaron, luego dijeron que era bueno que los niños también "voten", aunque en realidad eran preguntas en las que solo colocaban un señalamiento.Emocionados leyeron las preguntas y señalaron con prontitud sus respuestas, hay temas que dijeron aún no comprenden, pero que les gustó hacer el ejercicio.
Al final de la participación de sus hijos, la señora Blanca comentó que es una manera de crear desde pequeños esa responsabilidad y los valores cívicos como ciudadanos.
Que sepan que sus opiniones son importantes, que se valoran y son tomados en cuenta