El desabasto de agua en Cuernavaca, perjudica también a los comerciantes y empresa que utilizan ese recurso para sus labores como tintorerías, lavanderías y restaurantes, así que el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), pidió a las autoridades municipales atender el tema.
Humberto Bahena Rodríguez, explicó que muchos negocios se han visto en la necesidad de pagar pipas de agua para seguir trabajando y esa condición merma sus percepciones. Y aunque esta administración es nueva, durante su primer mes debió conocer ya cuáles son os problemas para irlos resolviendo poco a poco.
“Imagínate, si vas a pagar por un servicio que no tienes no es válido, entonces, el llamado es que se le ponga atención al problema y bueno, la ciudadanía se lo va a agradecer cuando la escasez termine y las condiciones mejoren. Yo creo que el alcalde, José Luis Uriostegui y su equipo deben entablar el diálogo con el Gobierno de la República para que se haga un rescate financiero”, aseveró Humberto.
Señaló que este tipo de problemas en la Ciudad perjudica la imagen turística que caracteriza a Cuernavaca, como sucedió con las protestas que se vivieron al final del 2021, al igual que la recolección de basura por lo que consideró que no se debe permitir que los problemas sigan creciendo.
“Es un problema que se viene arrastrando, yo creo que lo más importante aquí es negociar, pedir la ayuda que se deba pedir y si los fondos que están ingresando al municipio con la recaudación, yo creo que es tiempo de pedir apoyo de la Federación”, destacó el líder camaral, al tiempo de mencionar que el sector empresarial está en la disponibilidad de contribuir a las acciones que el Ayuntamiento considere necesarias.
Por ejemplo en la colonia Plan de Ayala, Lagunilla, Antonio Barona, Lomas de Cortes y Jiquilpan donde existen algunos agremiados a Canacope y cuyos negocios dependen del servicio de agua potable, reportaron un desabasto durante la primera semana de febrero, aunque en estos días se restableció el suministro, aunque existe temor que otras colonias pasen por lo mismo y con ellos, más comercios.
Un negocio de lavandería paga alrededor de 400 a 500 pesos mensuales de consumo, pero cuando no tienen la suficiente agua potable, semanalmente llegan a comprar entre al menos 4 pipas con precio de hasta 600 pesos cada una, es decir 2 mil 400 semanales que por mes representa un gasto de 9 mil 600 en caso de que pasarán un mes sin el suministro.
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