Hasta un 50 por ciento de la carne que se comercializa en Morelos es procesada en rastros clandestinos, que no están certificados por las autoridades correspondientes para el manejo de estos productos, así lo señaló Fernando Aguirre Acevedo, representante de la Asociación de Porcicultores del Estado de Morelos.
“Hay matanza clandestina, se les hace fácil, para no cumplir con las condiciones de la autoridad van a matar a los animales en cualquier lugar y eso circula para cualquier tipo de carnicería”, manifestó Aguirre Acevedo.
La situación debe ser regulada por la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Morelos (Coprisem), con la finalidad de que este tipo de carne no circule en los mercados y establecimientos o se venda al mismo precio de la trabajada en rastros certificados, enfatizó Aguirre Acevedo.
“Coprisem tiene un completo abandono en el tema de la calidad de la carne, sin duda alguna”, refirió.
Sólo 6 municipios regulan espacios de trabajo para carnes
En Jojutla, Zacatepec, Axochiapan, Yecapixtla, Tepoztlán y Cuernavaca entre algunos otros cuentan con este tipo de regulaciones y espacios para trabajar la carne.
“Por lo menos la mitad de la carne sé que se consume y comercializa viene de un origen desconocido, es decir que no proviene de los rastros establecidos y en otro municipio es aún peor porque en Cuernavaca cuentan con uno certificado”, manifestó.
Inclusive, disminuyó drásticamente el número de reses y porcinos que se sacrifican en el rastro de Cuernavaca. Pues hoy en día matan de 15 a 20 reses y 30 puercos por día, siendo que hace 10 años la cifra era de al menos 150 reses diarias y 300 puercos.
En este sentido, hizo un llamado a los compradores a solicitar al comerciante que se les muestre el sello de calidad de la carne, para identificar si es o no proveniente de un rastro clandestino.