En el marco del Foro “Cuernavaca frente al Ciberacoso en niñas, niños y adolescentes”, el presidente municipal de la capital morelense, José Luis Urióstegui Salgado, reconoció que éste es uno de los problemas que más afectan a la juventud mexicana.
El edil mencionó que es importante que los padres y adultos responsables supervisen lo que las niñas, niños y jóvenes visitan en redes sociales, así como tener comunicación con ellos, para poder dialogar sobre situaciones que los pueden poner en riesgo.
“Si hay en sus teléfonos datos de riesgo, nosotros como adultos somos los primeros que debemos de saberlo”, señaló el alcalde de Cuernavaca.
Asimismo, durante su discurso el edil mencionó la importancia de la comunicación de los adultos con los menores, puesto que hace algunas semanas un joven alertó a sus padres sobre el posible ataque que uno de sus compañeros iba a realizar contra los alumnos de la escuela privada en la que estudia.
La titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), Alicia Vázquez Luna, corroboró la información diciendo que la dependencia a su cargo recibió la denuncia y comenzó la investigación a través de la policía cibernética; ahí se detectaron algunos vínculos que tenía no solo el niño, sino todas las personas que tenían contacto con él.
Se pidió a los padres del menor que reportó la situación que hicieran una denuncia formal y fue la Fiscalía General de la República (FGR) quién se encargó de impedir que ocurriera una tragedia en la escuela, debido a que los datos que arrojaban las redes eran de peligro extremo para los estudiantes de la institución.
“Lo que es importante es que los padres tengan el control de las redes (sociales) de sus hijos, y sobre todo que les crean cuando ellos les comunican alguna situación que les incomoda o que pueda causarles algún daño”, comentó Vázquez Luna.
El ciberacoso y la violencia infantil preocupa a las autoridades municipales, por lo que en el mismo foro se firmó un convenio con la Fundación PAS de Prevención del Abuso Sexual Infantil.
De acuerdo con los datos proporcionados por PAS, cuando los menores son víctimas de hostigamiento cibernético, solo el 7% se atreve a hablar y compartirlo con sus padres o seres cercanos, es decir, 1 de cada 10 menores lo externa, puesto que la mayoría cree que de hablarlo les quitarán el acceso a internet.
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