Jesus Pérez alias el “Antonio Banderas”, asegura que la venta de raspados está únicamente al diez por ciento debido a que la ciudadanía poco sale.
“Ya me acabé mis ahorros para poder sobrevivir los meses que estuve sin salir a vender, y sigo tomando lo poco que me queda, porque realmente no estoy sacando mucho”.
Abundó que productos como la tapioca, antes costaba 35 pesos el kilo, ahora lo compra en 70 y hasta 90 pesos ; "el azúcar también subió, el garrafón de agua me cuesta 39 pesos y no puedo aumentar mis precios".
Los 10 vendedores de raspados vieron pasar la temporada de calor con gran tristeza, confiesa, puesto que no pudieron ofrecer sus productos a pesar de ser la época de mayor venta, ellos al igual que los vendedores de globos, frituras y juguetes que cada día se instalan alrededor de Plazas de Armas, ven como una esperanza el día en que este punto de la capital se vuelva a abrir al público.
“Ya son varios los puntos que están abiertos, por eso pedimos que nos abran la Plaza para que venga un poco más de gente, que no dejen entrar al comercio pero sí a la población que llega y se sienta a comerse un raspado”.
Comerciantes informales piden al gobierno del estado la apertura de la Plaza de Armas con el fin de aumentar sus ventas pues sostienen que han gastado sus últimos ahorros para sobrevivir.
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