Como en la Parroquia de San Miguel en Acapantzingo las campanas están aseguradas, ahora llaman a los mayordomos con el estallido de cohetones como convocatoria a la reunión en el atrio de la capilla del Siglo XVII consagrada a San Miguel Arcángel.
En las dos bancas de piedra colocadas en los costados del pasillo que conduce a la puerta de la iglesia, los mayordomos platican de la organización de las fiestas patronales que duran todo el fin de semana pero que, igual que en muchas partes del estado que tienen parroquias dedicadas al arcángel, encuentran este sábado su mayor vista, guiadas por la comparsa de los chinelos, los castillos de pólvora y claro, las cruces hechas con flores de pericón.
