En el corazón de Oaxtepec, poblado del municipio de Yautepec, la veterinaria Anabel Ávalos se convirtió en una figura esencial en la lucha contra el maltrato animal en esta parte de Morelos. Con más de una década de experiencia, en colaborar con la asociación civil Amigos de los Perros Morelos, enfrentó numerosos casos desgarradores, pero la historia de Machete es una de las más conmovedoras.
“Machete nos llegó muy malherido, su nombre hace honor a la cruel situación que vivió,” comenta Anabel Ávalos, abrazando al pitbull cuyo tamaño solo podría equipararse al de sus ganas de jugar con ella.
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Las cicatrices visibles en el dorso del can son una cruel reminiscencia de la violencia que sufrió hace cuatro años.
"Este perrito venía en los huesos, venía caquéxico y con heridas profundas. Pensamos que no sobreviviría", recuerda la veterinaria.
El estado en que llegó Machete a la clínica, ubicada la localidad de Santa Rosa, era crítico. Además de las heridas abiertas, su cuerpo estaba cubierto de cal, probablemente porque la gente creyó que ya estaba muerto o por la cantidad de gusanos que había en sus heridas.
"Lo querían dormir. Pero decidimos intentar salvarlo y lo logramos,” afirma Ávalos, con orgullo.
Veterinarios de gran corazón
Cuando llegó aquí, la mirada de Machete reflejaba su pasado doloroso y su desconfianza hacia los humanos. Conforme se recuperó, su rostro fue cambiando.
"Hay un cambio en la mirada de los animales después de rescatarlos. Inicialmente, sus ojos te transmiten el dolor, pero con el tiempo y el amor, esa mirada se transforma", comenta Anabel.
El proceso de recuperación no fue fácil. Machete fue sometido a múltiples cirugías de reconstrucción, tratamientos antibióticos, baños medicados y mucha paciencia. "Era un perrito miedoso y agresivo, pero ha recibido tanto amor y atención que ahora es un extraordinario compañero,” dice Anabel, con una sonrisa.
Para la veterinaria, ayudar a los animales va más allá de una profesión; es una vocación. "Me han mandado fotos de los perritos que ayudamos a rescatar cuando ya están en sus casas, y mi corazón se desborda de alegría. La satisfacción de verlos felices es inmensa".
Anabel Ávalos representa a muchos otros veterinarios que día a día se esfuerzan por cambiar la realidad de los animales en situación de calle o maltrato. En Morelos, varios veterinarios han hecho alianza con asociaciones civiles protectoras de animales, cuya labor es un recordatorio constante del amor y la compasión que pueden transformar vidas, tanto de animales como de humanos.
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