Continúan Mujeres con tradiciones

Las tejedoras han dado reconocimiento internacional a gabanes y rebozos

Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

  · lunes 9 de marzo de 2020

Sus diseños llevan horas de dedicación y cálculos milimétricos en su confección / Cortesía

A las faldas del volcán Popocatépetl, el mejor amigo del hombre es un buen abrigo. En Hueyapan, un pueblo indígena donde el aire o es fresco o es frío, los hay de todo tipo: desde luego hay chamarras y suéteres de diseño extranjero, pero eventualmente, al recorrer esta comunidad, aparecen hombres y mujeres enfundados en gabanes y rebozos, prendas típicas que son fabricadas con lana de borrego.

Si algo diferencia a un gabán o un rebozo de cualquier otro abrigo son sus colores. Durante años, las tejedoras de Hueyapan se han dado a la tarea de lograr que los gabanes no sólo cumplan con la función de resguardar el cuerpo humano del frío, sino de pasar a ser piezas artesanales, con diseños que llevan horas de dedicación y cálculos milimétricos en su confección.

Nos ha gustado innovar de lo tradicional a lo moderno, con colores y diseños que nos han funcionado, explica Mireya Salazar, representante del grupo 'Soame, mujeres de tradición'.

En 2018, este grupo de tejedoras participó en la VII Jornada de Moda Sostenible de Madrid, lo que representó un hito para Hueyapan y Morelos. Mientras que muchos podrían considerar que los gabanes y rebozos son ropa de tiempos pasados que hoy sólo usan los mayores, Mireya y su equipo creen que estas prendas son capaces de conquistar a las nuevas generaciones: también en 2018, el grupo diseñó un vestido de lana para Nataly Mora, representante de Morelos en Miss World Mexico 2018.

Nosotras creemos en la fuerza de las tradiciones y nuestro nuevo proyecto es abrir un taller para enseñarle a la niñez de la comunidad la técnica, dice Mireya.

Mujeres que protegen sus tradiciones

Por ahora, Mireya Salazar y sus compañeras suelen reunirse en casa de forma regular para confeccionar las prendas que durante siglos han abrigado a abuelos, madres, niños y jóvenes. Parece un ritual: arriba la luz del sol se asoma con timidez por encima de las nubes; alrededor se levantan los pinos que visten de verde a los montes en todas las épocas del año. Ellas visten chincuetes, elemento base del traje típico de Hueyapan que se usa justo como otras mujeres usan la falda.

Nosotras aprendimos a hacer gabanes y rebozos de nuestras madres y abuelas. Antes era algo que se enseñaba a todas las mujeres, pero hoy también vemos con gusto que algunos niños y jóvenes empiecen a interesarse en el tema.

La materia prima del gabán y el rebozo es la lana de borrego, pero detrás de la hechura de ambas prendas existe un proceso que implica horas de trabajo para convertir la lana en hilo y darle color con la pintura que obtienen de la naturaleza, más presente en Hueyapan que en otros sitios: la grana cochinilla les da el color morado, mientras que plantas y flores como el cempasúchil les ayudan a obtener los otros tines que necesitan para sus creaciones.

Tradición y moda

Con un trabajo en el que la naturaleza, la tradición y la modernidad han sabido encontrarse, las tejedoras de Hueyapan han logrado que la confección de gabanes y rebozos no sólo cubra las necesidad de abrigarse, sino que haya pasado a convertirse en un medio de expresión artesanal capaz de ser reconocido a nivel internacional.

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