Bajo el riesgo inminente de que se desgaje el cerro, alrededor de 17 familias, vecinos de la Privada de la Mina, de la comunidad de Tezoyuca, de Emiliano Zapata, esperan ser reubicadas, ya que habitan en los alrededores de La Mina, la cual se desmorona desde el sismo del 19 de septiembre.
Mientras tanto, los habitantes duermen en el auditorio de la comunidad, que se localiza en la entrada de la calle, y, afuera de éste, improvisaron una sala con sillas, un televisor y una Virgen de Guadalupe, a quien se encomiendan todos los días.
Cerca de La Mina instalaron un lavadero, un baño y tendederos, ya que no les gusta estar en sus viviendas por miedo a que el cerro se venga abajo. Además, en las entradas de las casas existe material resquebrajado de la mina.
Por tal motivo, serán reubicados; no obstante, aún no saben cuándo, ya que les “dijeron que ya tenían el terreno, pero que se llevaban los procesos de compra, por lo que los primeros días de julio tendríamos una reunión en el predio y en septiembre las casas ya estarían listas”, indicó.
El grupo de agraviados señaló que si bien es prioridad a las personas que se quedaron sin casa, ellos también han tenido que padecer a vivir en la intemperie, porque aunque sus viviendas están íntegras, no pueden habitarlas por el riesgo de derrumbe del cerro de La Mina. Los estragos de habitar en la calle causaron daños a su salud, debido a que seguido padecen de enfermedades gastrointestinales y respiratorias, siendo más vulnerables los niños y los adultos mayores.
María Félix comentó que no ha sido fácil vivir bajo estas condiciones, pero se han tenido que acoplar y organizar entre vecinos para la preparación de alimentos para lavar y hacer las labores de limpieza del lugar que comparten. Muchos de sus vecinos ya se fueron, pero aquellos que tenían la posibilidad de rentar o contaban con otra propiedad.