La falta de apoyo de los gobiernos tiene en riesgo 263.5 hectáreas de tierras de cultivo en Tlaltizapán, donde los campesinos denuncian una severa crisis de agua.
El presidente del Comisariado Ejidal, Aristeo Rodríguez Barrera, reclama abandono por parte de los tres niveles de gobierno.
Aristeo Rodríguez Barrera denuncia la escasez de agua en los campos de riego, a pesar de contar con manantiales en Tlaltizapán.
Los ejidatarios se ven obligados a pelear por el agua y algunos incluso la vigilan durante la noche. El presidente del ejido destaca la falta de comprensión y apoyo de los gobiernos estatal, federal y municipal hacia el sector agrícola.
Se han propuesto dos proyectos para el sistema de bombeo, pero el presidente municipal, Gabriel Moreno Bruno, se niega a apoyar al sector.
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A pesar de que se necesitan más de 263.5 hectáreas de agua para evitar que se conviertan en tierras de temporal, solo se ha destinado 800 mil pesos.
El presidente del ejido señala que el agua en el manantial El Salto ha disminuido considerablemente, pasando del 50% de su capacidad original.
Las autoridades municipales no reciben a los campesinos, a pesar de que la Ley de Desarrollo Rural Sustentable establece la instalación de un Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable. La falta de apoyo del Ayuntamiento ha llevado al deterioro de los canales de riego, y la gente está construyendo en las áreas prohibidas. El presidente municipal muestra poco interés en intervenir.
Los campesinos critican al presidente municipal por su falta de cumplimiento y por utilizar recursos con fines políticos. Mientras tanto, el abandono y la falta de apoyo continúan afectando a los agricultores de Tlaltizapán.
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