El presidente de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, aclaró que no se trata de una nueva deuda la solicitud al Congreso para concesionar el servicio de alumbrado público, sino más bien abrir una licitación para que sea una empresa privada la que se encargue de garantizar que la ciudad esté iluminada, ya que al menos el 36 por ciento de los focos no funcionan de manera regular.
De las 33 mil luminarias con las que cuenta el municipio, 12 mil tiene deficiencias o no funcionan en un 100 por ciento, el resto funciona, es decir, 21 mil, lo que resulta insuficiente y un gasto importante en el mantenimiento temporal de las mismas.
“No me quita el sueño; no tengo ningún interés personal, es una iniciativa que presenté al Congreso del estado para concesionar el servicio de alumbrado público, si lo aprueban que bien para Cuernavaca, sino se aprueba pues el afectado será Cuernavaca porque es un problema que ya hemos advertido”.
En palabras del alcalde de la capital, si la iniciativa no pasa, la ciudad vivirá en “penumbras” en un corto plazo; sin precisar cuántas empresas estarían compitiendo para brindar el servicio, ya que “son bastantes las que ofertan”, señaló que el gasto sería el mismo que actualmente se tiene y que asciende a los ocho millones de pesos mensuales, además de la inversión que se hace en el tema de las refacciones para las que presentan problemas recurrentes.
Al ser cuestionado sobre que se trata de una deuda más que adquiriría la ciudad antes de que su administración concluya, el edil respondió que “no”, pero reconoció que las participaciones federales serían la “garantía” para que la empresa pueda otorgar el servicio.
La ciudad ya no quiere más “grilla”, dijo Villalobos, en su lugar los actores políticos y los distintos poderes del estado deberían trabajar para solucionar los distintos problemas que se enfrentan en los últimos meses, y que a decir del edil, se han acrecentado con la pandemia y la baja recaudación.
“Un tema de ahorros, algunas empresas en el mercado ofertan cambiar todo el alumbrado público y con los ahorros hacer el pago correspondiente, es decir, nosotros pagamos ocho millones de pesos durante 15 años y se cambia todo el alumbrado, los mismos ocho millones que se pagan mes con mes por tener una ciudad a medio prender. No es endeudar a la ciudad sino comprometernos con una empresa”.
El rumbo político que se ha dado en torno al tema tiene miras hacia el “24” por parte de la clase política, pero esto no resolverá la posible crisis de alumbrado público en la que podría caer la capital morelense.
“Son dos camionetas modelo 98, y modelo 2000, y una grúa tipo jirafa, que es la de la canastilla y 18 elementos para atender las 33 mil luminarias y un presupuesto en refacciones para atender el alumbrado público anual de siete millones de pesos, es lo que tiene Cuernavaca, así es como nos encontramos”.
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