A casi un siglo de la muerte de Emiliano Zapata Salazar, el máximo representante de la lucha agraria en México y en varias partes del mundo, dos de sus nietas han emprendido un movimiento que busca dar certeza sobre la descendencia real del Caudillo del Sur, pues afirman que en la historia han aparecido personas que afirman ser sus nietos y bisnietos sin realmente serlo.
Irma y Cecilia Zapata Sandoval aseguran que su padre, Nicolás Zapata, fue el único hijo que tuvo su abuelo. En los últimos años, a través de una larga investigación, se han dedicado a elaborar un árbol genealógico definitivo sobre los descendientes de Emiliano.
En él, contrario a lo que podría esperarse, no figuran los nombres de quienes más han participado socialmente con el apellido, como Mateo Zapata, Édgar Castro, Jorge y Benjamín Zapata.
"Que ya no se sigan presentando así porque lo hacen para lucrar, sacan camionetas, sacan casas, dinero, cargos, muchas cosas, esa es la molestia", refieren las dos hermanas, ambas maestras jubiladas.
Ambas mujeres consideraron que para los verdaderos descendientes de Zapata, la mejor forma de honrar el apellido es conducirse con responsabilidad y honestidad; "es una responsabilidad muy fuerte; si no hacemos más por el apellido, tampoco hay que mancharlo, hay que tenerlo siempre limpio", refirió Cecilia.