Dan último adiós a Nicolás Toledo, víctima del tiroteo en Chicago

Desde las últimas horas del sábado 9 de julio en la comunidad de Nexpa de Tlaquiltenango, decenas de personas acompañan y dan el pésame a los familiares

Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

  · domingo 10 de julio de 2022

Doña Petra, esposa de Don Nicolás, cuenta que a lo largo de 20 años que vivieron en Highland Park acostumbraban a ir al desfile del 4 de julio./Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

En el hogar donde crecieron los ocho hijos de Mario Nicolás Toledo Zaragoza, víctima del tiroteo en Highland Park el pasado 4 de julio en Chicago, Estados Unidos, se realizan las exequias para despedirlo.

Desde las últimas horas del sábado 9 de julio en la comunidad de Nexpa, municipio de Tlaquiltenango, decenas de personas acompañan y dan el pésame a los familiares.

En el patio de la casa una enorme carpa blanca cubre de las lluvias y del sol al féretro metálico rodeado de arreglos florales. Ahí hay dos coronas de flores: una del gobernador Cuauhtémoc Blanco y otra de Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, secretario de Bienestar Social.

Entre los deudos están la esposa de Nicolás, Petra Díaz Cázales y cuatro de sus hijos, quienes desde muy temprano se ocuparon de atender a sus acompañantes con café y pan.

Rufina, una de las hijas que vive en Nexpa, preparó el almuerzo que ofrecieron esta mañana de domingo a las personas que velaron el cuerpo de su padre. Como cristianos no hubo rezos ni alabanzas.

Francisco Toledo, uno de los ocho hijos de don Nicolás, reconoce que pese a la dolorosa pérdida están contentos porque saben que su padre recibió a Cristo en su corazón. Dijo que su padre estuvo contento en los últimos días y confía en que ahora está en las manos de Dios.

En el patio de la casa una enorme carpa blanca cubre de las lluvias y del sol al féretro metálico rodeado de arreglos florales./Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

Las enseñanzas de papá

Francisco Díaz cuenta que él fue el primero en migrar hacia Estados Unidos cuando apenas tenía 16 años. Tiempo después pidió que su papá lo hiciera y posteriormente sus hermanos.

“Mi padre nos enseñó a trabajar desde pequeños. Tenía dos tractores que eran de la comunidad, pero él los trabajaba en las labores del campo y desde los 12 años yo le ayudaba”.

Cuenta que tras regresar de Estados Unidos a Tlaquiltenango su padre no volvió a ir a territorio norteamericano pues había cumplido su objetivo: tener una casa.

Una vez que legalizó su situación y pudo tener los documentos que le permitieran entrar y salir de Estados Unidos, don Nicolás periódicamente visitaba a sus familiares allá.

“Yo agradezco la dureza de mi padre, porque si no fuera por eso no sabríamos qué hubiese sido de nosotros. Eso nos ayudó a madurar, crecer, valorar las cosas y trabajar honestamente”.

Un matrimonio que salió adelante

Doña Petra Díaz Casales dice que fueron 44 años los que vivió en matrimonio con Nicolás Toledo, con quien tuvo ocho hijos (cinco hombres y tres mujeres).

Recuerda que cuando su esposo se fue a Estados Unidos ella se quedó con siete de sus hijos, pero él regresó y se los fue llevando hasta que sus hijos le arreglaron los papeles a ella. Los más pequeños seguían aquí en México y no estaba contenta, pues los extrañaba y por eso se regresaba unos meses y luego volvía.

“Nicolás luchó por hacer la casa para que sus hijos estuvieran bien y pudieran salir adelante, aunque la mayoría de sus hijos terminaron por irse con sus familias a los Estados Unidos, pero gracias a Dios están bien con sus hijos y sus esposas o esposos, ya hicieron su vida”.

Una noticia devastadora

Al enterarse de la muerte de su esposo, doña Petra narra que “fue una tragedia que nunca nos esperábamos que fuera a pasar. Fue una cosa de unos instantes, no supimos ni cómo fue. Es muy triste, nos duele porque su muerte fue triste, inesperada”.

Cuenta que años atrás don Nicolás sufrió un accidente cuando un carro lo golpeó en el brazo y rostro, estuvo delicado, no sé atendió bien, pues debieron operarlo.

A lo largo de 20 años que vivieron en Highland Park acostumbraban a ir al desfile del 4 de julio: “Al desfile van todas las familias y gracias a Dios nunca había pasado nada, esta fue una situación, una circunstancia adversa”.

El último adiós

Alrededor de las 16:00 horas de este domingo 10 de julio partió la caravana para despedir a Don Nicolás tras una ceremonia cristiana.

El pesado féretro se llevó en una camioneta roja seguida por los deudos y acompañantes hasta el panteón de esta misma localidad que se encuentra en las faldas de la sierra de Huautla, la reserva de la Biosfera.

Varios integrantes de la familia que llegaron de los Estados Unidos portaban playera negra con la foto de Don Nicolás Toledo.

Alrededor de las 16:00 partió la caravana para despedir a Don Nicolás tras una ceremonia cristiana./Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

Apoyo a los migrantes

La familia Díaz reconoce y agradece el apoyo del Gobierno del Estado a través de Alfonso de Jesús Sotelo Martínez.

“Desde el momento en que Alfonso se enteró, entre las 10 y 11 de la noche, llegó a casa y nos ofreció los servicios. Habló con mi hermano que está en Estados Unidos para ponerse de acuerdo sobre los trámites y los documentos”.

Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, secretario de Desarrollo Social en Morelos, reconoce que esta es una labor dolorosa, complicada, porque las familias viven un sentimiento y un pesar por la tragedia que le tocó vivir específicamente a Don Nicolás Toledo, a quien también conocía desde hace varios años.

“De alguna manera está repatriado el cuerpo y a unos minutos de que se le pueda dar sepultura en este lugar de donde es originario”, dijo.

Agregó: “Este hecho ha conmocionado a la sociedad civil mexicana, pues un evento donde las familias van a disfrutar un desfile del Día de la Independencia en Estados Unidos de Norteamérica se convierte en una tragedia en la que privan de la vida no solo a Don Nicolás, sino a varias personas y salen lesionados otros tres, eso sin duda es una tragedia”.

Pero no es el único caso. “Lo que vivimos con nuestro connacional, el señor Juan Valeriano, lo encuentran con otros migrantes muertos en la caja de un tráiler. En días pasados nos encontramos a una víctima del municipio de Yautepec de nombre Daniel Salgado, hicimos lo propio y estamos dando la atención como en todos los casos”.

Incluso se enteraron del caso del poblado de Amacuzac: “Estamos buscando hacer contacto con la familia porque son momentos dolorosos y de alguna manera la familia sufre intimidación o algún tipo de amedrentamiento, no sabemos si es por grupos delincuenciales y eso complica que la gente acepta llamadas, pero la decisión del gobernador del estado es tratar de hacer de la Sedesol, de la Dirección de Migrantes, una secretaría más cercana y sensible a los acontecimientos que padecen los migrantes o sus familias".

“Tenemos una Dirección de Atención a Pueblos Migrantes y Pueblos Indígenas con otras particularidades. En el tema de los migrantes nosotros tratamos de hacer acciones en las cuales podamos intervenir especialmente donde haya necesidad de alguna repatriación de algún cuerpo cuando una persona vive en territorio extranjero y es necesario hacer gestoría ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y ante el Instituto Nacional de Migración”.

También atienden el tema de las visas humanitarias cuando algún connacional sufre una tragedia o enfrenta una situación de emergencia: “Hemos tenido que hacerle frente y dar atención y esperemos que ya no sigan ocurriendo este tipo de tragedias, pero si hubiese la necesidad, la invitación es que la ciudadanía puede acudir a la Sedesol para que de ahí le demos el acompañamiento”, puntualizó.

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