"El bebé no vienen a suplir a nadie pero si a darnos una ilusión en lo que seguimos con el tratamiento, en lo que seguimos luchando por salir adelante", dice Ruth Carrillo Hernández quién se dedica a la elaboración de bebés conocidos en el mercado como "Reborn", lo que se ha convertido no sólo en su forma de ser económicamente productiva, sino como parte de su tratamiento tanatologico.
Recién se conmemoró el Día de las Madres, en donde miles tuvieron que celebrar vía Internet, no así para quienes no han podido serlo ya sea por su estado de salud o porque el hijo o hija que venia en camino no se logró.
Ruth comparte su historia en la que un pequeño de carne y hueso no se pudo, pero encontró en la elaboración de muñecos su tratamiento ideal para superarlo, y no sólo ella, sino que ahora ayuda a otras mujeres a que también lo hagan.
"Yo lo he vivido en carne propia, tengo 42 años y he tomado tratamientos, ahí he conocido a otras mujeres que han sido madres y han perdido a sus hijos, entonces en estas pequeñas figuras meten todos sus sentimientos y los van sacando poco a poco; es un duelo que va desde los 6 meses a los 2 años hasta que lo superan".
Lleva seis años elaborando "bebés" y ha hecho más de cien, sus clientas no se limitan a Cuernavaca y sus alrededores sino también internacionales, de países como España, Alemania Y Brasil, le han pedido a través del Internet, en páginas como Mercado Libre, Segunda Mano y en el Jardín Borda en donde ha participado en exposiciones.
"Es mi forma de realizarme, no lo he podido hacer como madre pero crearlos es como realizarme en muchos aspectos de mi vida".
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Las figuras las compra nacionales o de importación que son más caras, "llegan así en partes y les pongo varias capas de pintura, les aplico una técnica de moteado para que se vea con las características de nuestra piel, con un pincel muy delgado le pinto las venas, los que tienen pelo se los voy pegando poco a poco, uno a uno a veces me tardo varias semanas, luego los meto al horno de conveccion para que la pintura se adhiera".
Los elabora desde recién nacidos, de seis meses, de un año y hasta de 18 meses, según la solicitud, después les coloca la ropa según la edad que aparenten.
"A veces las personas me traen la ropa con la que quieren que se las entregue, incluso con vestidos amplios o con mamelucos, deben parecer lo mas real posible", relata sentada en un pequeño banco en el que se sienta para elaborar su siguiente producto.