El Instituto Nacional de Antropología e Historia reconoció que en el 2011 se llevaron a cabo dictámenes de prospección arqueológica en el área (donde se ubicaría la mina de Tetlama concesionada a Esperanza Silver de México), mismos que según la autoridad tendrían que ser actualizados para cualquier propósito, “sin que hasta ahora se nos haya solicitado nada al respecto”.
En una carta dirigida a El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, el director de medios de comunicación del INAH, Ulises Leyva Rendón, afirma que el instituto:
No ha tenido pláticas, acercamientos ni acuerdos con la empresa minera Esperanza Silver de México, en torno a temas relacionados con la exploración y explotación minera en los alrededores de la zona arqueológica de Xochicalco”, y si bien reconoce que en el 2011 realizaron los estudios correspondientes, “2013, el INAH presentó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) diversas objeciones a la actividad minera en las áreas adyacentes a la Zona de Monumentos Arqueológicos de Xochicalco, considerada Patrimonio de la Humanidad, las cuales derivaron en la cancelación de dicho proyecto
En una charla previa a la recepción del documento, Leyva Rendón reconoció que el INAH no es autoridad competente para pronunciarse por la operación de la mina, pero acota en la carta:
El compromiso invariable del INAH es velar por el cuidado, la conservación, la protección legal, el estudio y la difusión del patrimonio cultural que está a nuestro cargo, y muy en particular, del patrimonio arqueológico de la nación. Eso haremos siempre, actuando con la verdad y con las herramientas que nos otorga la Ley en la materia
Por su parte, el vocero de la compañía minera, Ricardo Sierra Oteiza, advirtió que la empresa que “tiene base en Sonora y tributa en México”, no pretende evadir la ley y por el contrario, se busca hacer un proyecto minero social y ambientalmente responsable que tratará de impulsar proyectos productivos en la zona, restaurar la zona que fue un basurero hasta 2006 en Tetlama, y ayudar a la restauración y conservación de Xochicalco.
Recordó que “a partir de la firma de convenios de colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se llevaron a cabo dos campañas de investigación arqueológica en los terrenos donde se pretende desarrollar el proyecto “Esperanza”. Como resultado de las campañas de investigación arqueológica antes referidas, la Dirección de Rescate Arqueológico del INAH expidió, con fecha 7 de Noviembre de 2011, un oficio a través del cual establece áreas donde puede realizarse la explotación minera, áreas de restricción con eventual modificación y tres zonas de restricción total para las actividades mineras y establece una serie de recomendaciones generales y requisitos que deberán cumplirse para la realización de dichas actividades”.
Y añadió:
Para dar cumplimiento a una de las recomendaciones generales más significativas establecidas en el Oficio antes referenciado, ESM firmó un convenio de colaboración con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México con el fin de realizar el estudio denominado “Estimación de los niveles de vibración por voladuras de la eventual explotación minera en el estado de Morelos por la empresa Esperanza Silver de México
En este documento, se establecen de acuerdo a normatividad internacional, los límites máximos permisibles de vibraciones generadas por la extracción de mineral con el fin de no generar afectaciones estructurales tanto a basamentos arqueológicos como a estructuras habitacionales de las comunidades cercanas a la zona donde se pretende desarrollar el proyecto.
Es importante mencionar que se contará con un programa de monitoreo sísmico permanente en el sitio del proyecto y en zonas aledañas, así como estrictos protocolos de operación que garantizarán la seguridad y la adecuada realización de las actividades de extracción del mineral
Sierra Oteiza afirmó que con el proyecto “no habrá afectaciones” y que se respetarán las zonas de salvaguarda adicionales solicitadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. También recordó que aunque la Secretaría de Energía había concesionado parte de la zona correspondiente a Xochicalco, la propia empresa pidió a la dependencia segregar el polígono de la zona arqueológica para evitar cualquier sospecha de afectaciones. Incluso el cerro del Jumil será cuidado en extremo con la operación del proyecto minero, advirtió.
Se trata, afirmó el vocero, de un proyecto minero social y ambientalmente responsable que está sujeto al escrutinio público, y anticipó que no se ha definido aún la forma de explotar la veta de oro y plata porque “estamos en los estudios de prefactibilidad del proyecto”.
Anticipó que parte del proyecto minero es también de restauración de un entorno donde todos los ríos están contaminados (porque en Morelos sólo se trata el 25% de las aguas); y se busca adicionalmente la generación de proyectos productivos en la zona, la restauración de la zona que ocupó el basurero de Tetlama, y por supuesto, la conservación del patrimonio arqueológico de la región.
Expuso que durante los últimos cinco años se ha trabajado de cerca con la comunidad de Tetlama a la que se han otorgado becas para estudios de nivel medio superior y superior, apoyos en materia de salud visual, un programa de huertos de traspatio y el mantenimiento del pozo de agua del poblado. La idea de la empresa es crecer junto con la comunidad, afirmó Sierra Oteiza que anticipó que se busca la certidumbre jurídica y el consenso social para la operación minera incluso más allá de las inversiones; porque si no se tienen estaríamos arriesgando todo.
Finalmente aseguró que el proyecto dejará las inversiones en el estado, para lo que se entregará un geoparque, además de que se incentivarán los proyectos productivos en la región.
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