Tras un año y seis meses de estar cerrado el paso vehicular en la calle Santos Degollado, en el primer cuadro de Cuernavaca, comerciantes denuncian que desde el sismo del 19 de septiembre de 2017 han registrado pérdidas hasta del 100 por ciento; además, refirieron que la calle es utilizada para otros fines y como hogar de vagabundos.
De acuerdo con Cristina Pedroza Valdez, dueña de una fonda de comida, apenas pueden mantenerse a flote, ya que tras clausurar la calle por los daños que presentó la torre Latinoamericana, los consumidores han disminuido considerablemente, lo que provocó que tuviera que despedir a su personal y llegar a un acuerdo para bajar la renta del local, a fin de continuar con su negocio.
Nos afectó muchísimo. Se cayó la economía en un 100 por ciento; la venta es completamente nula, en esta calle no pasan los autos, no hay nadie y las autoridades no se han acercado a nosotros para conocer nuestras necesidades y el estado en que nos encontramos, pero nos urge que abran la calle
Respecto a las declaraciones del encargado de la Secretaría de Obras Públicas de Cuernavaca, Mauricio Vega Chavaje, quien informó que en Semana Santa podría reaperturar la calle, la comerciante aplaudió esta iniciativa, al argumentar que padecen no sólo la escasez en sus ingresos, sino también de inseguridad, ya que algunas personas utilizan la vía para drogarse, tomar y hasta vivir, ante la falta de alumbrado público.
A esta petición se unió Juan Carlos Hernández González, vendedor de carnes, quien confirmó que sus ventas disminuyeron 50 por ciento tras el siniestro. "Para nosotros sería un beneficio (la reapertura de la calle), esperando que se recuperen todas nuestras ventas al 100 por ciento, expresó.
Al respecto, Erika Pérez, administradora de la Torre Latinoamericana, pidió a las autoridades antes de pensar en abrir la calle, construir una banqueta peatonal para prevenir cualquier incidente para los condóminos y transeúntes, sobre todo porque antes era la parada de las rutas.