Dejan a última hora los regalos de Navidad

Las personas buscan la mejor opción para sus seres queridos, dejan los anaqueles vacíos

Rosaura Hernández | El Sol de Cuautla

  · martes 24 de diciembre de 2019

Gude Servín | El Sol de Cuautla

A horas de celebrar la Noche Buena, cientos de personas abarrotan tiendas y negocios haciendo compras de pánico para tener el regalo perfecto para sus seres queridos, los anaqueles se vacían, largas filas y gente desesperada por encontrar el mejor regalo.

Hoy es Nochebuena y mañana Navidad, faltan pocas horas para que las familias se reúnan para cenar y tener una noche casi mágica. Abundante comida, regalos, música y mucho amor, también el mágico Santa Claus hará presencia en algunos hogares, esto para premiar a los niños que durante todo el año se portaron bien.

Pero no todo es perfección, días antes en casi todos los negocios o mercados la demanda de clientes incrementó de manera importante. Tiendas de autoservicio , tiendas de ropa, de zapatos, juguetes, negocios de comida, panaderías, son sólo algunos de los negocios en los que la gran mayoría de la población acudió a realizar compras de pánico, así se le denomina a las compras de última hora que la gente realiza previo a un acontecimiento.

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No todos son regalos , alimentos y bebidas para la cena de navidad lo que a la hora de la hora hace falta. De acuerdo a información otorgada por autoridades a nivel nacional y basados en aplicaciones móviles, se estima que el 52 por ciento de los mexicanos recurre a las compras de pánico en navidad.

Siete de la mañana las tiendas departamentales abren sus puertas y la gente comienza a entrar, refrescos, vinos y licores, frutas, verduras, lácteos, botanas de los pasillos más concurridos. Todos salen muy temprano de sus hogares " para no encontrar gente" pero la realidad es otra, ir a una tienda departamental en el día de Nochebuena es una locura.

Otras tiendas abren sus puertas al rededor de las 9 u 10 de la mañana y la situación es la misma, inmediatamente la gente comienza entrar buscando el mejor regalo, la mejor oferta, la mejor pieza, pero los artículos y el personal son insuficientes. La gente con prisa, con pendientes por realizar, quizá poco dinero, no encuentra lo que busca, el placer de las compras se convierte en un martirio pues hay que lidiar con un " mar" de gente entre los pasillos de las tiendas, el no poder caminar, con empleados que no se dan abasto y siempre con los artículos que la gente dejó.

Los pasillos departamentales llenos, los anaqueles casi vacios y las filas pagar parecen no tener fin, se termina agarrando lo que se encuentra, lo que más acerca al regalo que se deseaba regalar, siempre pagando de mas y perdiendo mas tiempo.

El día se fue en las tiendas, la tarde llega y la gente se retira a sus casas, para arreglarse y preparar todo para en armonía poder cenar con los que más se quiere y vivir así una muy feliz navidad.

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