Que sea obligatorio el uso de cubrebocas y el cumplimiento de todos los protocolos sanitarios para evitar más contagios y defunciones por la pandemia de Covid-19, y que se sancione a quien no lo use ni cumpla los ordenamientos, porque hemos caído en un relajamiento, que nos mantiene al filo de la navaja de regresar al semáforo rojo, al confinamiento y perder con ello lo poco que hemos logrado y dar al traste con la economía, sentenció el presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Cuernavaca, Canaco-Servytur, Antonio Sánchez Purón.
El líder camaral dijo que se requiere de un acto de autoridad; "hoy lo que estamos exigiendo es una actuación de manera puntual y contundente del sector oficial, para aminorar esa posibilidad y que los contagios vayan disminuyendo y realmente se refleje en las estadísticas".
Cuestionado sobre cómo debería ser este acto de autoridad, se pronunció porque sea "exigencia y sanción que comience en Cuernavaca y tendría que ser en todo el estado porque bien lo dicen los científicos: cuatro semanas de uso intensivo de un cubrebocas puede generar una reversión en la situación que estamos viviendo; usar el cubrebocas en todos lados en el transporte público, los tianguis, en los mercados, en los súpers, en los centros de esparcimiento, en todos lados ya hay una medida de relajación y desgraciadamente ante ello el riesgo de contagio crece exponencialmente".
Sánchez Purón señaló que desgraciadamente el pasado domingo hubo una imagen muy patética que se comenzó a difundir por ahí de las 22:00 horas, de la entrada de todo el flujo vehicular que venía de Acapulco y de Morelos hacia la Ciudad de México; "realmente parecía que estábamos terminando un puente largo o un periodo vacacional por la cantidad de automóviles que estaban intentando ingresar a la Ciudad de México y eso nos indica que hubo muchísima movilidad y estamos muy conscientes que en el momento en que hay mucha movilidad, al mismo tiempo hay muchas posibilidades de contagio".
Con este nivel de movilidad, dijo Sánchez Purón, es más fácil regresar a un semáforo rojo que avanzar a un semáforo amarillo y eso reiteró; "sería darle al traste a todo el es fuerzo que hicimos por cerca de 90 días, rescatando algo de economía, cerrando nuestros negocios, aguantando a los empleados y bueno esto nada más no se va a recuperar y si volvemos a un semáforo rojo, donde nuevamente haya medidas restrictivas, no sabemos qué va a pasar con la economía".
Por ello, insistió en su propuesta en que haya un acto de autoridad, que los tres niveles de gobierno se dejen de contradicciones y de determinaciones encontradas y haya una verdadera y real coordinación, para establecer conjuntamente la obligatoriedad y vigilar el cumplimiento estricto de todos los protocolos sanitarios, no sólo para comerciantes establecidos y empresarios de todos tamaños, sino para la ciudadanía en general, en las calles, en el transporte público, en los centros de concentración y comerciales, para lograr reducir el número de contagios y de decesos.
Sánchez Purón, señaló además que esa intensa movilidad que se registró el pasado fin de semana no se reflejó en mayores ventas para los comerciantes, "no hay un consumo que realmente sea un repunte y que nos pueda decir hay una mejor economía; desgraciadamente no, porque mucha gente viene a sus casas de fin de semana o se sigue de largo a Acapulco y no sale y sólo está en cierto circulo, pero el grave problema, es que salen a los súpers o a un centro de esparcimiento y ahí es donde se da la movilidad y el riesgo. Es lo que se debe evitar".