Después de cuatro meses de haber permanecido cerrada, desde que el cambio de color en el semáforo epidémico retrocedió de amarillo a anaranjado, este jueves el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reabrió las puertas de la Zona Arqueológica de Chalcatzingo, un antiguo asentamiento olmeca ubicado en el municipio de Jantetelco, en la región Oriente del estado de Morelos.
Ubicada a dos horas y 20 minutos de la Ciudad de México, la Zona Arqueológica de Chalcatzingo es un atractivo para estudiantes, turistas e investigadores debido a la gran cantidad de piezas y petrograbados que conserva en su interior, así como sus dos pirámides. A la fecha, el INAH tiene el registro de 45 piezas, entre bajorrelieves, estelas y altares asociados a la arquitectura temprana, principalmente del periodo preclásico.
“Entre las estructuras arquitectónicas más notables de Chalcatzingo destacan la Terraza 1 donde se albergaron conjuntos residenciales; la Terraza 25 que cuenta con patio hundida y la Estructura 4 que es una estructura de planta casi cuadrangular de 70 metros de alto”, detalla el INAH.
A través de las décadas, las investigaciones han permitido encontrar nuevas piezas. Sin embargo, los más llamativos son los petrograbados ubicados en la ladera rocosa de los cerros del lugar y las unidades habitaciones (el asentamiento se encuentra entre los cerros de Chalcatzingo y EL Delgado).
De acuerdo con el INAH, la zona arqueológica abrirá de miércoles a domingo, en horarios de las 9:00 a las 16:30 horas. Ya en su primer día con las puertas abiertas, el sitio recibió la visita de estudiantes de Cuautla y personas de la tercera edad, implementando las medidas de sanidad necesarias para evitar posibles contagios de covid-19.
Si bien este asentamiento corresponde al estilo olmeca, existen dos vertientes sobre la personalidad de su construcción:
“Por un lado se argumenta que es producto de una difusión por la expansión territorial de la zona nuclear Olmeca en la Costa del Golfo y por otro que se trata de un estilo generalizado en la época a partir de las redes comerciales que se establecieron entre los asentamientos del Preclásico Medio en Mesoamérica en aquella época”, detalla el INAH.
Ubicado en Jantetelco, este antiguo asentamiento olmeca conserva decenas de petrograbados y dos pirámides.
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