En nombre de la Diócesis de Cuernavaca, el vicario general, Tomas Toral Nájera pidió respeto hacia la decisión de Salvador Rangel obispo emérito de Chilpancingo – Chilapa sobre no presentar una denuncia, luego de la polémica que se generó entorno a su desaparición.
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“No es que se quede ahí, sino que simplemente él se pone en el sentido del perdón que da a todos aquellos que han manejado una situación, ya sea a su favor, ya sea en la mentira o en su verdad”, manifestó.
Las declaraciones hechas por José Antonio Ortiz Guarneros comisionado estatal de seguridad pública, causaron revuelo cuando aseguró que las cámaras de seguridad de un hotel en el poblado de Ocotepec en Cuernavaca lo vieron entrar con otro hombre.
Mientras que Uriel Carmona Gándara, titular de la Fiscalía de Morelos, sostuvo que se trató de un secuestro exprés para robarle. Aunado a esto, se filtraron documentos tras su ingreso al hospital general “José G. Parres”, en los que se reveló que había cocaína, somníferos y otros medicamentos en la sangre del obispo.
Por esta razón, Tomas Toral insistió a los medios de comunicación respetar las palabras del obispo Salvador.
“Yo creo que es importante quedarnos con sus palabras, siento que todo el mundo esperaba unas palabras por parte de él, y lo que dijo fue muy importante para hacernos reflexionar, en torno a lo que cada uno piensa o tiene en su corazón. Yo invitaría a los medios a reconocer ese comunicado que parte del corazón de una persona que ha tenido esa experiencia desagradable”, concluyó.