El gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, reiteró que la destitución del titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Uriel Carmona Gándara, es una decisión que tendrá que tomar el Congreso local, si bien consideró que los diputados van a negarse a dar ese paso.
Lo anterior en respuesta a los señalamientos que se han alzado contra el Fiscal, en torno a las irregularidades del primer informe presentado por la muerte de Ariadna López, cuyo caso ha indignado a todo el país
"Yo creo que los diputados no lo van a querer destituir porque hay muchos intereses políticos... La veo muy complicada, que vayan a querer destituir al fiscal del estado. Lo digo porque al rato van a salir y van a empezar a grillar y ya se los he dicho: yo no soy grillo, yo simplemente digo las verdades", dijo el mandatario estatal.
En el informe inicial presentado públicamente, el fiscal morelense descartó que la muerte de la joven, cuyo cuerpo fue abandonado al borde de la carretera La Pera - Cuautla, pudiera considerarse como un feminicidio y atribuyó su deceso a intoxicación etílica y broncoaspiración. Dicha versión fue rebatida por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, con una segunda autopsia que determinó que el cuerpo de la joven, de 27 años de edad, presentaba golpes y que en el departamento que compartió una noche antes con sus amigos, hoy detenidos, había marcas de sangre.
"Ahí están las evidencias, y no fuimos nosotros, sino el gobierno federal el que expuso las evidencias hacia el fiscal, y está la situación: si él se va o no se va, es decisión de los diputados", dijo Cuauhtémoc Blanco.
El gobernador consideró que hacer permanecer a Carmona Gándara al frente de la FGE "tendrá un costo político muy fuerte" para los legisladores. Por su parte, el fiscal morelense ha descartado renunciar a su cargo.