Organizaciones civiles e instituciones han denunciado que sí bien la pandemia de Covid-19 ha traído consigo diversas afectaciones a toda la sociedad, existe otra pandemia que ha afectado a un sector de la población de manera histórica a nivel mundial, la discriminación hacia personas con VIH.
Cada año, el 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida, este día gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
Sin embargo, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, este sector sigue siendo muy discriminado por la sociedad mexicana, un 1/3 de la población (36 por ciento) cree que convivir con personas con VIH o Sida “siempre es un riesgo”, este porcentaje se da principalmente en hombres, mientras que un 34 por ciento de mujeres tiene está misma percepción.
De igual forma, el 36 por ciento de los mexicanos no estaría dispuesto a rentar una habitación de su hogar a alguien que vive con VIH o Sida, mientras que la población que no estaría de acuerdo en que su hijo o hija se casara con una persona con SIDA o VIH son el 56.6 por ciento.
El departamento de Diversidad Sexual de la Unidad de Atención Médica e Investigación en Salud (UNAMIS) –sitio de investigación líder en el sureste mexicano-, aseguró que está pandemia que sigue a la alza en el país terminará cuando el estigma hacia las personas que viven con VIH o Sida desaparezca.
Según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las concepciones erróneas sobre la enfermedad ocasionan que en México las personas con VIH o Sida enfrenten diversas formas de discriminación desde las más sútiles como las que se expresan a través del lenguaje o chistes ofensivos y discriminatorios, hasta las más crudas y evidentes, como la exclusión o restricción de derechos por vivir con este padecimiento.
A estas formas de discriminación se añaden otros atropellos, como la negación de servicios de salud o la negativa de acceso a medicamentos necesarios para el cuidado de la salud.
El organismo señala que en gran medida la discriminación respecto del VIH y el Sida obedece al estigma generado al asociarlos con poblaciones previa e injustamente estigmatizadas por la sociedad: los varones homosexuales, las y los trabajadores sexuales, las y los usuarios de drogas inyectables, al ser los primeros casos detectado en Estados Unidos.
Por lo anterior, la CNDH creó una cartilla sobre los derechos humanos de quienes viven con esta enfermedad, con el objetivo de que los conozcan y puedan hacerlos valer, así como acabar con distintos tabús respecto al tema, entre los que destacan:
- Nadie está obligado a someterse a la prueba de detección del VIH, ni a declarar que vive con VIH o con Sida; la prueba de anticuerpos es voluntaria.
- Si decides hacerte la prueba tienes derecho a recibir la información suficiente, a que los resultados sean manejados de forma anónima y confidencial y a que éstos se te entreguen de forma individual.
- Vivir con VIH o Sida no puede ser considerado como causal para la negación de servicios de salud.