El asilo de animales “Philip E. Kahan” mejor conocido como la Asociación Protectora de Animales de Cuernavaca, se encuentra ubicado en la colonia Adolfo Ruiz Cortines y es hoy uno de los pocos asilos para perros y gatos que existen en la ciudad.
Philiph Kan, es el nombre del fundador que hace 50 años donó la propiedad para que los animales sin hogar pudieran tener un lugar donde ser atendidos y cuidados en su espera para ser adoptados. En esa época llegaron a tener hasta 250 perros y nunca faltaron los recursos para atender a los peluditos, desafortunadamente tras la muerte de Phil y la mala gestión de los recursos de pasadas administraciones, el asilo se vino abajo, dejando a la actual administración una fuerte carencia económica que ha limitado el rescate y el cuidado de más canes.
Julieeth, voluntaria del asilo desde hace muchos años, comenta que a falta de recursos ellos han tenido que poner de sus bolsillos para sacar adelante el lugar y evitar su cierre, actividad que realizan con mucho amor para el bienestar de los animalitos. Señala que la mayor parte de los recursos provienen de la clínica veterinaria que se encuentra dentro de las instalaciones, en la que se ofrecen servicios variados como esterilizaciones, vacunas y cirugías a bajo costo. La mayor parte del dinero que sale de aquí es utilizado para pagar a los empleados y cubrir los gastos de servicios básicos, además de los medicamentos, vacunas y alimento.
Indica que anteriormente el asilo contaba con el apoyo de empresas, sin embargo, les negaron el apoyo tras demandar recibos deducibles de impuestos, con los que no cuenta la organización. A pesar de ello, el asilo tiene abiertas sus puertas para que las personas puedan aportar con donaciones en especie: alimento, medicamento o material de limpieza y curación, o bien, con dinero en efectivo, apoyando de esta manera a que el asilo se mantenga en pie. Los materiales que más se requieren son cloro, jabón, jergas, escobas y premios para perros y gatos.
En México hay muy poca educación respecto al cuidado de los animales, y muy poco se ha hecho por legislar leyes que velen por sus derechos. En Cuernavaca, a pesar de que cada fin de mes se realiza una campaña económica de esterilización para perros y gatos en el Parque Melchor Ocampo, la gente no acude por ignorancia o por apatía. Permiten que sus animales tengan cachorros y después los abandonan en la calle o cuando les va bien, en los asilos para animales, como en este caso en particular.
A pesar de que existen leyes y contadas organizaciones que velan por los derechos de los animales, los procesos para meter denuncia por maltrato animal son engorrosos y en la mayoría de los casos inútiles.