Antaño, las perreras municipales cumplían dos papeles: por un lado las redadas que realizaban de calle en calle reducían la presencia de animales en la vía pública, una medida con la que las autoridades evitaban problemas de salud pública y ataques a humanos.
La otra función era una advertencia para los dueños irresponsables: si sus mascotas salían a las calles, corrían el riesgo de ser atrapadas y sacrificadas.
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La extinción de las perreras municipales en varios municipios ha traído consigo varias consecuencias: actualmente los animales de la calle ya no sortean el destino de ser sacrificados, lo que supone la oportunidad de ser adoptados con la intervención de alguna asociación civil. Sin embargo, muchos de ellos no atraviesan el umbral que divide el ser rescatado de lograr la adopción.
“Algunos pasan mucho tiempo aquí hasta que mueren”, dice uno de los voluntarios del albergue Rescatando Mascotas A.C., ubicado en Mixtlalcingo, Yecapixtla.
Se trata de uno de los refugios más grandes del estado, donde 80 perros esperan su adopción. Además de estos, la dueña del lugar, Araceli Uvera, tiene otros 80 en casa en la misma situación.
“La gente no siempre ve las consecuencias de no esterilizar a su mascota o de abandonarla en la calle. Al final, ellos son los que sufren”, explica.
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De acuerdo con Violeta Rivera Domínguez, presidenta de la asociación civil Amigos de los Perros Morelos (APM), de la tasa de animales de la calle que logran ser resguardados por algún rescatista, la primera parte del proceso de adopción, es mínima, con sólo uno por cada 50 casos:
“Cada semana recibimos unos 50 reportes de animales abandonados, de los cuales probablemente podamos resguardar a uno”, expone la activista.
La cifra es comprensible: hacerse cargo de una mascota antes de que logre ser adoptada no es nada sencillo ni barato, pues implica costear su esterilización, desparasitación y vacunas necesarias, lo que resulta en promedio en unos dos mil pesos, presupuesto que puede incrementar significativamente si el animal está enfermo o herido de gravedad.
El problema
Hasta abril pasado, se calculaba que en México existían cerca de 25 millones de perros y gatos en situación de calle. Para estos animales, la vida puede terminar de un momento a otro, padeciendo enfermedades de las que nadie se hace cargo o expuestos a morir en un atropellamiento.
Tan sólo en Cuautla, las asociaciones civiles estiman que hay seis mil perros en situación de calle, fungiendo como transmisores de enfermedades parasitarias. En los municipios, las autoridades optaron por erradicar las perreras y las redadas que realizaban en las comunidades a favor de campañas de esterilizaciones que permitan inhibir el problema. Para Rivera Domínguez, estas acciones han dado resultados, pero aún hay mucho por hacer.
“Sí hemos notado que los animales en situación de calle van a la baja y esperamos que la gente siga apoyándonos, llevando a sus mascotas a esterilizar y siendo responsable de sus cuidados”.
En Cuerna no es diferente
Hasta hace algún tiempo Cuernavaca contaba con un centro de acopio canino y minino, el cual se encontraba en la calle San Andrés de la Cal, colonia Revolución, justo enfrente del rastro municipal. Por años este lugar sirvió para alojar a decenas de perritos en situación de calle y que buscaban un hogar.
Sin embargo, ahora funciona como área de Protección Animal del Ayuntamiento, donde brindan servicios de esterilización, vacunación antirrábica permanente y consultas a bajo costo, además promueven la adopción y fomentan la erradicación del maltrato animal. También atienden reportes de personas que fueron mordidas por perros en la calle.
El lugar tiene 15 jaulas, informó, Samantha Villamil Valdés, encargada del área: “Lo de acopio ya no es, ahora somos protección animal, atendemos denuncias por maltrato o de algunas personas que fueron mordidas por perros”.
Señaló que aún reciben a perros en situación de calle o que han sido maltratados, pero el proceso para acogerlos es complejo, pues se debe comprobar que el can no tiene dueño, presentar la denuncia o el reporte y estos sólo pueden mantenerse 10 días en tanto se les busca hogar.
Añadió que reciben hasta 60 quejas al día, de las cuales el 80 por ciento son porque reportan perritos abandonados y el resto por maltrato o porque detectaron conductas inadecuadas de los dueños.
Mencionó que tiene focalizadas diferentes colonias, tales como Lagunilla, Milpillas y el poblado de Chamilpa, donde prevalecen situaciones como las anteriores: “He notado muchas cosas que la sociedad no toma en cuenta, por ejemplo, las personas pueden abandonar sin remordimiento a los animales, o sea, nos han dejado a perros en las puertas de aquí, nos los dejan amarrados. A mucha gente no le alcanza (el dinero) para mantenerlos y se les hace fácil abandonarlos”.
Dijo que aunque les gustaría tener a cientos de animalitos bajo su resguardo, lo cierto es que dadas las limitantes esta situación no es posible.
Además, consideró que el desconocimiento de las personas sobre las razas de perros es un detonante para que los dejen a su suerte en las calles, tal es el caso de los ‘Husky’, los cuales han sufrido un mayor número de reportes de abandono en la dependencia.
Estigma social
Las perreras municipales siempre han sufrido el estigma de ser lugares donde sus residentes no son tratados de la mejor manera y viven en condiciones poco dignas, tal es el caso de lo que ocurrió en el municipio de Temixco.
En mayo de 2022, vecinos de dicha localidad reportaron que los perritos que se encontraban ahí estaban bajo condiciones insalubres y en cubículos muy pequeños. A esta inconformidad se sumó la Organización Ambientalista Internacional Sociedad de Futuros Oceánicos.
En su momento, el secretario del Ayuntamiento, Carlos Caltenco, informó que se tuvo que trabajar de esa manera pues de lo contrario la opción era sacrificar a los animales. No obstante, dijo que con organizaciones animalistas colaboran para encontrarles un hogar a los perros.
El olfato que puede salvar varias vidas
Lejos de considerarlos como un problema de salud pública, que sin duda pueden serlo, las autoridades de Ayala, al oriente del estado de Morelos, tienen planes muy progresistas para las mascotas del municipio, algo que, a la larga, también podría aplicar para los animales abandonados: Entrenarlos para que ayuden en la detección de cáncer, un proyecto que ya es realidad en países como Colombia y que la Dirección de Salud Municipal busca replicar en la tierra de Zapata.
Y es que en Colombia, por ejemplo, los perros son entrenados para detectar células cancerosas un año antes de la detección médica, esto gracias a sus millones de receptores de olores.
“Hay cuestiones culturales, pero es una práctica que valdría mucho la pena implementar. Desde luego, no es algo sencillo, porque se necesita el apoyo de los legisladores locales. Es un tema que también tendría que trabajarse con las asociaciones civiles para la elaboración de un reglamento o ley”, expone Iván Valega Ruiz, titular del área en Ayala.
Hacia la revalorización de los animales domésticos
Actualmente, el municipio de Ayala realiza un taller de adiestramiento canino todos los fines de semana. Es un taller gratuito que permite a los dueños de mascotas ver a sus animales desde otra perspectiva, con prácticas de obediencia básica para perros de compañía y hasta de rescate ante ciertas contingencias.
Para Valega Ruiz este es el primer paso de un proceso que permitirá revalorar el papel de los animales domésticos dentro de la sociedad, una vez que las esterilizaciones logren controlar su presencia en las calles.
Piden esterilizar a perros en situación de calle para controlar la población
Tanit Arzate, de Conciencia Animal Cuernavaca A.C., dijo que hay muchos temas relacionados con los perros en situación de calle que competen a la autoridad, entre ellos la esterilización para controlar la población.
Y es que de lo contrario se conforman jaurías e incluso se presentan riñas entre los animales que pueden poner en peligro la integridad y salud de las personas, no solo la de los perros.
"Una de las principales soluciones, y que tenemos clara para evitar jaurías, es la adopción; también está la esterilización como un auxiliar", consideró.
Detalló que la asociación civil a la que pertenece ha recogido a varios perros de la calle severamente lastimados por otros caninos.
Aseguró que si las autoridades competentes se involucran en este tema de salud pública habría un control poblacional de la fauna callejera.
Mencionó que Conciencia Animal A.C. realiza trabajos de sensibilización entre la sociedad, con el fin de levantar las campañas de adopción animal y así reducir el número de perros en la vía pública.
"La autoridad pública debe apoyar para esterilizar a los perros en situación de calle y evitar jaurías que al final generan más abandono".
Con información de Enrique Domínguez y Valeria Díaz
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